Las organizaciones conservacionistas Grupo Ornitológico Oscense, Amigos de la Tierra y SEO/BirdLife han denunciado la muerte de más de 30 buitres por electrocución en el vertedero ubicado en el núcleo de Fornillos, cerca de la ciudad de Huesca, debido a choques con líneas eléctricas aledañas.

En un comunicado conjunto, estos grupos destacan que las instalaciones del vertedero atraen a gran cantidad de aves de gran tamaño como buitres o milanos para buscar restos de comida entre la basura, por lo que, subrayan, la probabilidad de colisión con los cables o de electrocución en los apoyos de estas líneas es "muy elevada".

Además de las afecciones causadas a la especie del buitre, los conservacionistas señalan que estas instalaciones constituyen una vulneración de la directiva europea de Aves y de la ley española que obliga a la aplicación de medidas que garanticen la seguridad de la avifauna en sus hábitat naturales.

Advierten, asimismo, que de esta situación podría derivarse la comisión de un presunto delito en el marco de la Ley de Responsabilidad Ambiental, "por la no corrección de las estructuras que han causado la muerte de aves, de manera reiterada, en el tendido eléctrico".

Los ecologistas destacan que estos casos no son nuevos, ya que, en el año 2005 tuvieron que instalarse medidas de aislamiento contra electrocuciones en dos de las torres de conducción eléctrica que circundan el vertedero debido a la alta mortandad de aves constatada.

Afirman, sin embargo, que estas medidas son "totalmente insuficientes", y que los elementos para reducir la electrocución de las aves de la zona no funcionan. En esta zona se han encontrado muertos por electrocución ejemplares de otras especies como el cuervo, el milano negro y el Alimoche.

Además, destacan que existe un "grave riesgo" sobre el águila perdicera y el milano real, especies ambas declaradas en riesgo de extinción, que se reproducen en las proximidades de la zona y que la visitan a diario para alimentarse.

Piden soluciones urgentes

Las tres organizaciones denunciantes consideran que para evitar nuevos casos de mortandad de aves, una vez constatada la falta de eficiencia de las medidas adoptadas tiempo atrás, se debería valorar la opción de soterrar los tramos de línea eléctrica situados en el perímetro del vertedero.

Recuerdan que estos hechos fueron denunciados en anteriores ocasiones, y que en todas se solicitó al Gobierno de Aragón y a Enel (empresa propietaria de las líneas), modificar los apoyos con mayor riesgo y que se instalaran elementos que pudieran impedir las electrocuciones.

Por esta razón, estos grupos conservacionistas van a solicitar una reunión con el Gobierno de Aragón y Enel, a fin de conocer la posible solución urgente que se valora adoptar para resolver este problema. Según el Libro Rojo de las Aves de España, la electrocución es una de las principales amenazas para 24 especies de aves, entre las que se encuentran especies en peligro de extinción como el águila imperial ibérica, el águila-azor perdicera o el milano real.

Además, según un informe del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, los tendidos eléctricos causan la muerte de, al menos, 33.000 aves rapaces al año. Señalan los conservacionistas que la mortalidad detectada por electrocución en tendidos eléctricos es sólo un 15 % de la que se producen en realidad, ya que muchas de los ejemplares fallecidos no llegan nunca a ser descubiertos.