Por primera vez desde 2019, el homenaje a Juan de Lanuza y el acto institucional del Justicia de Aragón pudieron celebrarse sin restricciones, aunque la pandemia estuvo muy presente en los discursos y en los reconocimientos, con una llamada rotunda a apoyar la ciencia desde las instituciones como la única herramienta «capaz de hacer progresar a la sociedad». Así lo defendió el Justicia de Aragón, Ángel Dolado, en la conmemoración del 430 aniversario de la ejecución de Juan de Lanuza, donde el científico aragonés Carlos Martín Montañés fue distinguido con la Medalla del Justicia de Aragón por su «defensa de los valores e identidad aragoneses y la promoción de estos en el exterior» en su investigación para lograr una vacuna contra la tuberculosis.

La capilla de Santa Isabel, sita en la plaza del Justicia de la capital aragonesa, fue el escenario elegido para la ceremonia solemne, después de que las obras en el monumento al Justicia no pudieran finalizar a tiempo antes de este 20 de diciembre. La música fue protagonista desde el inicio. Por un lado, con la interpretación del himno de España en el órgano de la iglesia, lo que removió a más de un aragonesista en su asiento. Por el otro, la de los alumnos del Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza, Víctor Luis Sapiña y Nunilo Escolano, que interpretaron con la marimba y el violonchelo varias piezas de Bach y La Albada, de José Antonio Labordeta. 

Una veintena de instituciones, entre ellas el Defensor del Pueblo, que asistió por primera vez al acto, partidos políticos, organizaciones agrarias, empresariales, sindicatos y los descendientes de Juan de Lanuza, la Familia Arróspide, depositaron su ofrenda floral junto al cofre que conserva los restos del Justicia ejecutado hace 430 años. 

La Hermandad de la Sangre de Cristo fue la última institución en depositar su corona de flores, ya que se ha encargado, precisamente, de custodiar los restos del Justicia para su análisis con la intención de conocer más de lo que ocurrió aquel 20 de diciembre de 1591.

El actual Justicia de Aragón, Ángel Dolado, defendió en su alocución que «sin ciencia no hay salud» y recordó que «la ciencia necesita recursos», así que reclamó a las instituciones que apuesten por ella. Además, rememoró las palabras del primer Justicia en democracia, Emilio Gastón, y destacó que su institución debe centrarse en «escuchar la palabra» de los que no la tienen.

El científico Carlos Martín Montañés, responsable del Grupo de Genética de Microbacterias de la Universidad de Zaragoza, recordó el «gran esfuerzo» acometido por la ciencia para dar con las vacunas contra el coronavirus «en un tiempo récord», y pidió en su discurso que estos viales lleguen a todo el mundo. «No existen las fronteras de los países para las pandemias», manifestó. Además, destacó la proeza que supone haber logrado la fórmula en apenas un año, cuando hay vacunas que llevan estudiándose veinte o treinta años, como la del sida, aún sin éxito. Martín Montañés destacó de que su laboratorio han salido «14 candidatas» a vacuna contra la tuberculosis en ensayos clínicos, y son cientos las que el grupo ha diseñado en la fase preclínica. «Estamos preparados para acelerar los ensayos», remarcó, reclamando también más financiación para poder avanzar.

El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, destacó la importancia de la «colaboración y la cooperación permanente frente a quienes quieren hacer una especie de reyerta continua». «Juntos, debemos defender el proyecto común de la libertad y los derechos», reclamó a la salida del homenaje.