La crisis abierta en el PAR tras el convulso congreso que supuso el nombramiento del nuevo equipo de dirección y la fractura con el presidente del mismo, Arturo Aliaga, sigue produciendo nuevas decisiones en cadena que no solo confirman que no hay acercamiento posible sino que la herida va a más en las filas del partido regionalista. Ayer la protagonista era Berta Zapater, diputada provincial en Teruel y concejala en el Ayuntamiento de Alcañiz que anunciaba públicamente su renuncia a la portavocía en la Diputación Provincial de Teruel (DPT), además de al sueldo que conlleva la exclusividad del cargo. Volverá a su trabajo, de psicóloga, manteniendo su puesto de diputada y de edila, pero dejó bien claros los motivos de su inesperada decisión: "La única causa de la renuncia es la discrepancia con la actual dirección del partido y el abandono de los principios fundacionales en su discurso y actuación política, por lo que me siento incapaz de seguir representando a un partido irreconocible para muchos militantes y votantes", afirmaba este lunes en un comunicado público. Sus compañeros de partido en la institución y el resto de formaciones políticas con representación se enteraban también hoy. Con la dirección del partido, como ella misma reconoció, no ha habido conversación previa. De hecho, no ha habido ninguna desde que culminó el congreso del PAR.

"Igualmente anticipo que conservaré mi acta de diputada que debo a los compañeros del partido judicial de Alcañiz que me respaldaron en su momento y ante los cuales tengo un compromiso de representación en la institución. Siempre he defendido trabajar para la política frente a los que acuden a la política por un cargo, por lo que renuncio igualmente a la retribución de exclusividad y me reincorporaré a mi trabajo anterior". Así relataba Zapater cómo queda su situación tras la renuncia presentada, que también añadía que no se plantea darse de baja del PAR. "Quiero aclarar que mi más profundo rechazo a la actual dirección del partido no va a motivar mi baja del mismo porque la historia, el compromiso y las bases ideológicas, ahora abandonadas, están muy por encima de los personalismos y las deplorables maniobras realizadas por los que okupan la casa del aragonesismo", ha detallado en su escrito.

Ocho razones para renunciar

Berta Zapater ha insistido este lunes, en declaraciones a este diario, que actúa "por coherencia personal" y por "las decisiones que está tomando mi partido con las que no estoy de acuerdo porque atacan a la propia filosofía del PAR". "Llevo diez años como representante del partido, aparecí en política como una persona inquieta, pero nunca había visto el partido como está hoy". Además, lamentaba que hayan pasado dos meses sin avances para coser esas heridas abiertas entre el equipo de Aliaga y quienes se mostraron críticos con su forma de actuar y de desarrollar el propio congreso que supuso su reelección. "Estos meses lo lógico habría sido buscar un acercamiento. El PAR necesitaba una refundación pero esta no se atisba", ha comentado a El Periódico de Aragón.

De forma oficial, en su comunicado, aportaba ocho razones para argumentar su renuncia. La primera, precisamente "la nula renovación en el pasado congreso del que emanó una ilegítima ejecutiva que ha iniciado una depuración de personas críticas con su gestión, liderada por su secretario general, anulando cualquier debate interno e integración de una mayoritaria corriente renovadora". De hecho señala el "acoso y hostigamiento" que, en su opinión, "solo incrementará la fractura existente y precipitará la desaparición de la formación".

"La ausencia de rendición de cuentas en el citado conclave ni en fechas posteriores de los peores resultados que ha obtenido el partido y que obligaban a una profunda rectificación" es la segunda razón, mientras acusa, en la tercera, al "abandono del proyecto político sustituido por una práctica clientelista de gestión de subvenciones que conlleva una grave pérdida de identidad". También acusa la "incoherencia en sus actuaciones contrarias al programa histórico del partido como el reciente referido a la supresión del impuesto de sucesiones, que ataca directamente a la empresa familiar y a las personas en situación menos pudiente", que lo achaca a la "subordinación de la identidad del partido al mantenimiento de cargos institucionales en un cuatripartito de izquierdas".

El quinto motivo que aporta es el "bloqueo del desarrollo del autogobierno, principio fundacional del partido, que ha desaparecido del discurso del partido y está ausente en la agenda de gobierno", que suma, en el sexto, al "incumplimiento del Estatuto de Autonomía que contempla dos nuevos bloques de transferencias a las comarcas". En este sentido, apunta a la "paralización del proceso de vaciado de competencias que deben tener las diputaciones provinciales en favor de las comarcas como apuesta de modelo territorial del Partido Aragonés" y, en la octava y última razón, al "incumplimiento del acuerdo del órgano de la permanente del PAR para la sucesión en el diputado del Jiloca con la entrada de Carlos Sánchez, magnífico alcalde y mejor persona con amplio respaldo en su comarca".

"No abandono ni el grupo provincial ni causo baja en el partido, salvo que me abran de nuevo un expediente por opinar y me expulsen, desde la esperanza de que la formación más determinante de Aragón recobre el espacio político que ha abandonado y vuelva a los sólidos principios fundacionales y morales que siempre han guiado nuestra actuación política", concluye su escrito. No sería la primera vez que se le abriera un expediente disciplinario. El pasado verano, Berta Zapater ya protagonizó un tenso episodio con la dirección del partido después de que esta anunciara una «declaración de intenciones conjunta» con el portavoz de Ciudadanos, Ramón Fuertes, formación que se encuentra en la oposición de una institución provincial en la que PSOE y PAR gobiernan juntos. Entonces se le dio traslado a la comisión de disciplina y se abrió la puerta a su posible expulsión pero finalmente no se produjo.

El PAR le insta a dejar el acta y a abandonar el partido

Si contundentes eran las palabras de Berta Zapater, no lo han sido menos las de la ejecutiva del PAR, que a través de su secretario general, Alberto Izquierdo, han apuntado a los intereses "personales" de su diputada en la DPT para dejar su cargo y la han emplazado a dejar el acta y abandonar el partido en el que dice ya no creer. "La coherencia personal que dice, en estos casos se lleva hasta el final, te vas a casa y peleas desde allí por tus ideas. Debería dejar el acta pero la mantiene porque quiere seguir cobrando la retribución por la asistencia a los plenos y comisiones", ha explicado en declaraciones a EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. Aparte de mostrar su "sorpresa" por enterarse por este diario siendo compañero suyo en la institución provincial. "Aunque es verdad que allí la veo poco porque también viene poco", ha añadido.

Respecto a su situación en el partido y a la decisión de Zapater de no darse de baja y sus palabras de calificar de "ilegítima" a la nueva ejecutiva, Izquierdo apunta que "cuando uno no reconoce una dirección tiene dos opciones: marcharse o acatar lo que ha decidido la mayoría, aunque el resultado fuera muy ajustado". Y esto es que la ejecutiva es la que es, que el presidente es Arturo Aliaga y que las decisiones que se adoptan en el Gobierno de Aragón son las que marcan los miembros de ese órgano de dirección. Y no olvida las acusaciones sobre traicionar los fundamentos del PAR para subordinarlos a mantener los sillones que le concede un Gobierno cuatripartito de izquierdas: "la decisión de entrar en él se adoptó por unanimidad y con ella en la ejecutiva, con pacto de gobierno con 180 medidas que se van cumpliendo". "Quizá esto viene de quería ser diputada en las Cortes y no lo es o aspiraba a un puesto más importante en la DPT que no ha tenido".

"Proyecto personal"

En opinión del secretario general del PAR, la renuncia de Berta Zapater obedece a "intereses personales" y es una "decisión preparatoria ante un nuevo proyecto personal que tendrá en la mochila que no pasa por dejar la política". Estas palabras podrían interpretarse como una acusación velada sobre una posible marcha a otro partido, pero repreguntado por ello, él no lo reconoce como tal. Insiste en que es un "acto de absoluta incoherencia" y que "si quisiera dejar la política entregaría el acta". "El futuro nos desvelará todo", apostilla.

De momento, el próximo miércoles se verán las caras en el pleno de la DPT, puesto que se somete a votación el presupuesto para 2022 y ambos están llamados a dar su apoyo o rechazar las cuentas que ya han recibido el visto bueno en comisión. Unas cuentas de la institución que no peligran, remarca Izquierdo, puesto que PSOE y PAR ya suman los 13 votos necesarios para que salgan adelante (con ella serían 14 apoyos) y confían en recibir el respaldo de más grupos que ahora están en la oposición, sobre todo de IU y Cs, con un diputado cada uno. El PP tiene los nueve restantes.

En lo que respecta a las decisiones que podría adoptar el partido, el secretario general del PAR solo apunta a abordar esta situación en los órganos de dirección del partido y ya se verá en qué acaba. Ni abre la puerta a su expulsión ni siquiera a un expediente disciplinario hasta que se reúna la ejecutiva. "A lo mejor lo que quiere es que la expulsen y por eso dice lo que dice", añade Izquierdo, quien remata diciendo que "esta señora miente de forma continuada y constatada".