La embestida de ómicron ha dejado temblando muchos servicios públicos debido a la gran cantidad de bajas que se han producido entre sus plantillas. Pero el sector privado no se ha librado tampoco. Según las primeras estimaciones, y eso que el mes no ha acabado todavía (y que los contagios, aunque en descenso, seguirán acumulándose), la demanda de trabajadores durante las últimas semanas a las empresas de trabajo temporal ha aumentado hasta un 20%. Y el covid, aunque no es la única causa, está detrás de esta subida.

Esa cifra la aporta la directora de Randstad para la zona de Aragón, Pilar Giménez, quien aclara que se trata de una estimación a la baja. «Como mínimo un 20%», insiste, aunque la cifra «va fluctuando» conforme pasan los días. «De una manera tan repentina y concentrada en el tiempo no habíamos tenido nunca un aumento así de la demanda», dice también.

En Adecco confirman la tendencia. «La demanda de trabajadores ha podido subir entre un 10 y un 15%», afirma la directora en Aragón de esta ETT, Herminia Lombarte. «Desde diciembre nos pusimos a trabajar porque con las rebajas y esta explosión de bajas de covid sabíamos que iba a haber un aumento de las peticiones por parte de nuestros clientes. Pero no solo se ha debido al coronavirus, nosotros estamos notando una cierta recuperación de la economía y hay muchos proyectos que llevaban un tiempo parados que ahora se están materializando», añade Lombarte.

«Ha sido muy repentino –apunta la responsable de otra empresa de trabajo temporal, Gi Group–, estamos teniendo mucho más trabajo. Y además como se trata de bajas muy imprevisibles, es todo muy rápido y eso repercute en nuestro trabajo». En su caso, Vanesa Lafuente, que es área mánager de esta compañía para Aragón, Navarra y La Rioja, no dispone de datos concretos sobre lo que ha supuesto en cifras de contrataciones la séptima ola en la comunidad. «No ha terminado el mes todavía, pero vamos, no esperábamos este aluvión», cuenta.

Con respecto a los sectores que más trabajadores temporales están demandando, las tres coinciden en que se trata de un fenómeno muy general, aunque sobre todo se pide gente para emplearse en la industria (automoción especialmente) o en la logística.

Los sectores más afectados

«Sobre todo piden gente en las empresas que desarrollan procesos productivos, puesto que para poder continuar con la fabricación necesitas sustituir rápidamente a las personas que están de baja. Pero también hay demanda en sectores como la alimentación, y el sector de oficinas, aunque en este caso es más fácil poder redistribuir las tareas sin tener que contratar a nadie si no es una baja de larga duración», explica Lombarte, de Adecco.

Para poder satisfacer todas las peticiones las tres directivas apuntan a que ha sido muy importante la previsión. «Llevamos tiempo haciendo una bolsa de candidatos para cubrirnos las espaldas, pero no solo por las bajas covid, todo confluye», dice la área manager de Gi Group.

Por su parte, en Randstad se anticiparon a las posibles consecuencias de la ola de ómicron y ya «en las dos semanas previas a las vacaciones de Navidad» previeron que «podría surgir esta problemática». «Estuvimos preparando perfiles para poder cubrir esta contingencia», cuenta Giménez, que añade que enero siempre es un buen momento para entrar a trabajar en una empresa. «Este tipo de entrada les permite a los trabajadores la posibilidad de afianzarse y consolidarse en sus puestos. Ahora nuestros clientes tienen un mayor número de necesidades y más demanda dentro de su actividad. No todo se debe al covid», apunta.

Giménez también opina que «ha sido beneficioso» para minimizar las consecuencias de los contagios en las empresas que se redujeran las bajas de diez a siete días. No obstante, Lombarte señala que «la media de los contratos es de 10 días» de duración, y aunque «por lo general muchos duran 7», también hay bajas que se alargan más en el tiempo.

Teletrabajo para asegurar que se pueden cumplir los objetivos

El aumento de la demanda de trabajadores a las ETT de Aragón ha derivado en un mayor grado de actividad en este tipo de empresas, lo que también es una dificultad para ellas dado que nadie se salva hoy en día de caer contagiado. Por eso, para seguir atendiendo las peticiones de las compañías, las empresas de trabajo temporal han intentado blindarse contra el covid. En Randstad, por ejemplo, «antes incluso de la pandemia ya tenían la modalidad del teletrabajo implementada». «Para nosotros la tecnología es crucial y estamos muy digitalizados», cuenta la directora de esta empresa en Aragón, Pilar Giménez.

«El teletrabajo nos ha ayudado a seguir el ritmo que necesitamos llevar en estos momentos», añade. En Adecco, por su parte, «han tenido que contratar algún refuerzo» aunque no solo porque les hayan fallado trabajadores por el covid. «Sigue habiendo bajas de otro tipo: maternidad, paternidad...», dicen. En Gi Group, por último, señala una de las responsables de esta empresa, apenas han tenido contagios entre sus filas aunque la posibilidad de teletrabajar y las reuniones por videoconferencia les han permitido seguir funcionando al 100% para satisfacer a sus clientes.