Durante la campaña del siega de 2021 se ha recogido un producción total de 2.752.425 toneladas de cereales entre los que se incluyen mayoritariamente el trigo en todas su variedades y la cebada. Si se añade los datos del resto de especies que se consideran herbáceas (arroz, forrajes y maíz), que se presentan en menos extensión en la comunidad, la producción total de las tres provincias alcanza los 4,9 millones de toneladas. Este dato, aunque supone un 7,5% menos que lo recolectado en la campaña anterior, sigue siendo una cifra que se mantiene por encima de la media del resto de años.

El jefe de la unidad de cultivos herbáceos del Centro de Transmisión Alimentaria de Aragón aseguraba que desde la Red de Aragonesa de Cultivos Extensivos y Leguminosas, la campaña correspondiente al final de 2021 ha sido «una de las mejores de los últimos 20 años», cuestión que se ha hecho posible gracias a las buenas condiciones climáticas que se dieron durante el año y que «favorecieron a una buena cosecha».

Aun así la diversidad que se muestra dentro del territorio aragonés ha resultado en una campaña que desde la Unión de Pequeños Agricultores (UAGA) califican como «bastante irregular» siendo mejor en las zonas más húmedas de Huesca y con un recolección más baja en las zonas de Monegros y del Valle del Ebro, territorios que durante la pasada primavera registraron daños en sus campos de cultivo por precipitaciones en forma de pedrisco. Además, otro tipo de incidentes como las plagas de conejos que se extienden por cada vez más puntos de la comunidad, afectaron a un 20% de los campos de cultivo.

Esta leve disminución en la cantidad cosechada ha venido acompañada por una gran subida en los precios. Algunas especies han estado muy cerca de doblar los precios del año anterior. «El estoc de este año en el mercado internacional ha sido menor porque en varios países productores han sufrido sequías y eso ha generado inestabilidad, cuanto mayor es la inestabilidad más se paga por el producto en el mercado», explica Ferdinand Cookson, representante de los cerealistas de UAGA.

Por tipos de cereal, el trigo blando ha registrado una subida del 47%, la cebada un 67%, el trigo duro un 94% y el maíz un 37%. «Desde que comenzaron las ventas al final de la siembra los precios han oscilado entre los 200 y los 300 euros la tonelada con precios muy altos ya desde el principio», explica el secretario general de UAGA en la provincia de Zaragoza, José Antonio Miguel. «Ahora mismo ya queda muy poca cantidad por comercializar y los precios rondan entre los 280 y los 290 euros por tonelada», añade.

Los agricultores explican que aunque el precio de venta ha sido bueno, el aumento ha venido acompañado de una gran subida en los costes de producción. «Es algo habitual siempre que los precios suben el coste de la producción siguientes es mayor. Este año además de los carburantes lo que ha subido es el precio de los abonos que echamos al campo. La urea que hasta ahora la estábamos pagando a unos 400 euros por hectárea, ahora ha subido hasta los 900 y en ocasiones nos han llegado a pedir 1000 euros por cada hectárea», asegura Miguel.

Los cereales que se cultivan en Aragón se quedan de forma mayoritaria en España. «La mayor parte va a pienso para alimentar a la cabaña de porcino de la comunidad, otra parte va a Lérida y a Navarra y una parte muy pequeña es para exportación, pero es una cantidad mínima y no todos los años se da», explica el secretario general de UAGA.