El Colegio El Pilar Maristas de Zaragoza apartó en diciembre del pasado año a un religioso acusado de abusos sexuales a menores en el pasado en otra ciudad. El hombre, identificado como A. A., estuvo en la capital aragonesa durante seis años dando clases en Educación Secundaria y Bachillerato, hasta que la institución tuvo conocimiento de la acusación, momento en el que «se le apartó del contacto con menores», aseguran desde la oficina de comunicación de Provincia ibérica maristas. En un comunicado, piden «perdón a las víctimas por no haber sido capaces de protegerles, cuidarles y manifestamos nuestra condena a estos terribles hechos». Además, señalan que en cuanto tuvieron conocimiento de la acusación «fue apartado del contacto con menores» tal y como dispone «nuestra Política provincial de protección del menor» y aclaran que han abierto una investigación y puesto a disposición de los menores un correo, protecciondelmenor@maristasiberica.com.

Fuentes judiciales señalaron a este diario que hasta la fecha no existe causa judicial contra A. A. en la ciudad, un hecho que también confirmaron desde la institución marista, que reconocen que los tocamientos narrados por 'El País' «no se produjeron el colegio de Zaragoza y por eso trasciende al colegio».

A las familias se les envió un comunicado el martes, tal y como informó AragónTV, poniendo en conocimiento este hecho, dándolo a conocer también a los alumnos de Secundaria y Bachillerato. Los delitos de los que se le acusa hace referencia a unos hechos sucedidos entre los años 80-90 en otro colegio de otra ciudad. 

 El hermano acusado por presuntos abusos –en el colegio de la capital aragonesa se le conocía por un apodo que hacía referencia a su gusto por sobar tanto a féminas como a varones– fue nombrado en varios ocasiones como Provincial de la Provincia Ibérica, con el apoyo de los hermanos de la provincia y del consejo general. 

Nacido en un pueblo burgalés, realizó el noviciado y la primera profesión religiosa a finales de los años 70; y en Alcalá de Henares, la formación del escolasticado, así como la diplomatura como profesor de Educación General Básica (EGB). Ejerció en centros educativos de Guadalajara y Madrid tanto como profesor como de coordinador de pastoral. Una de sus labores era la de animar y organizar obras y proyectos evangelizadores de educación formal y no formal.