Hace ya cuatro años del primer anuncio de una reforma integral que iba a suponer la revitalización del centro comercial Augusta, el primer gran complejo comercial inaugurado en Zaragoza en el año 1995 y que, aunque llegó a recibir las visitas de celebridades como Michael Jackson, actualmente sufre su peor decadencia.

Autopromoción 8 Los locales vacíos lucen carteles del propio centro | ÁNGEL DE CASTRO

Ya la entrada al complejo denota que no son buenos tiempos para el Augusta. Los escaparates de los primeros locales de la galería comercial están tapiados y muestran grandes carteles que promocionan el propio centro comercial y pocos son los clientes que se ven en la mañana un día entre semana paseando entre los comercios. La única característica que todos los clientes comparten es que todos portan bolsas de Carrefour.

Abandono 8 La planta superior está completamente vacía. | ÁNGEL DE CASTRO

La cadena francesa de hipermercados es desde 2013 dueña del centro comercial y su tienda ocupa 20.000 de los 50.800 metros cuadrados de superficie. Actualmente el gigante de alimentación es el único motor económico del centro comercial ya que de los 140 locales con los que cuenta la galería, actualmente solo quedan abiertos una treintena. Toda la parte superior –la parte que en su día se dedicaba al ocio y la restauración– permanece completamente vacía y todas las escaleras mecánicas están clausuradas. Los pocos que quedan aprovechan las vidrieras de locales vacíos para ampliar sus escaparates dando así una falsa sensación de que el centro sigue vivo.

Los únicos en los que se ve una cantidad considerable de público son los pocos bares que llenan de mesas de plástico la galería comercial.

Los propios dependientes y dueños de los pocos establecimientos que quedan son conscientes y denuncian la situación por la que pasa el centro comercial. «Es una lastima», asegura de la dependienta de una joyería que prefiere no dar su nombre. El establecimiento es uno de los pocos que resiste desde el inicio y su dependienta reconoce que no se trata de una cuestión reciente. «Fue cuando abrieron Plaza Imperial cuando empezó a venir menos la gente, después con Puerto Venecia y el del Pikolin pues aún peor», comenta la dependienta.

Michael Jackson visitó la galería el día de antes de su concierto en La Romareda el 24 de septiembre de 1996 ÁNGEL DE CASTRO

En el caso de Fernando, trabajador de un puesto que ofrece complementos y bisutería en el centro de la galería comercial, su andadura comercial comenzó unos meses después de la reapertura del cetro comercial tras el confinamiento. «Cada vez hay menos gente pero hay que seguir intentándolo, al final hay que llevar comida a casa y hay cosas que no dependen de nosotros», apunta.

Es el sentimiento que comparten la mayoría de los comerciantes que todavía resisten, que es la gerencia del centro la que debería trabajar para su revitalización. A partir de ahí, los hay más críticos y los hay que todavía esperan al plan anunciado en 2018. «No hacen nada porque lo que les interesa es que nos vayamos y poder venderlo todo», comenta la dependienta, «hay que tener en cuenta que es un proyecto complicado y que una reforma integral supone mucha inversión y cerrar completamente», comenta Félix, propietario de una tienda de telefonía que lleva seis años en el Augusta.

Desde la gerencia del centro comercial apuntan a que la empresa está trabajando en un plan de revitalización para el centro comercial pero que por el momento no tiene una forma definida. En los próximos meses esperan poder anunciar sus planes para el futuro del centro.

Este no es un fenómeno que se haya dado solo en el centro comercial Augusta, sino que la mayoría de las pequeñas galerías comerciales han sufrido la llegada de los grandes complejos como Puerto Venecia y La Torre Outlet.

El cambio de modelo prioriza grandes espacios y que incluyan espacios de ocio frente a los centros más tradicionales. «Hoy en día lo que se busca es ofrecer una experiencia satisfactoria, que puedas ir a pasar el día comprar, comer y pasar la tarde en el cine», explica Discórides Casquero, experto en comercio.

El especialista explica que los grandes centros comerciales de la ciudad ofrecen mayores posibilidades. «Sitios como los pasajes del centro o el Caracol son edificios con los locales muy pequeños», explica. Según Casquero, la posible solución pasa por ofrecer al público un establecimiento de moda que atraiga al público y haga de motor para los demás.