La cuenta atrás ha llegado a su final. Zaragoza vive su última jornada antes de que lleguen las lluvias antes de los días grandes de la Semana Santa. Por eso, las nubes comenzarán a estar más presentes conforme vaya avanzando el lunes y es posible que durante la noche caigan los primeros chubascos.

Sin embargo, la temperatura será muy agradable, con máximas de 23 grados, lo que garantiza una jornada apacible. Las mínimas se mantendrán por encima de los 10 grados. También ocupará su cota de protagonismo el viento, que será de carácter fuerte, con rachas de hasta 47 kilómetros por hora.

Para el resto de Aragón, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anuncia viento del sureste moderado, con rachas fuertes en la ribera del Ebro, Cinco Villas y cotas altas del Pirineo y llegada de polvo en suspensión a partir de la tarde, con posibles calimas en zonas altas.

Poco nuboso con intervalos de nubes bajas por la mañana, tendiendo a nuboso por nubes medias y altas y en el extremo oeste, probables chubascos dispersos a últimas horas, que podrían ir acompañados de barro y de alguna tormenta.

Temperaturas mínimas en ascenso generalizado, localmente notable en el tercio norte; máximas sin cambios en el valle del Ebro y en ascenso en el resto. Por capitales de provincia, las temperaturas oscilarán entre los 10 grados de mínima y 22 de máxima de Huesca y 6 y 21 grados de Teruel.

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