Los puertos están viviendo un proceso de cambio de rol para hacer frente a los desafíos del sector, al mismo tiempo que trabajan para alcanzar la excelencia como nodos logísticos, que aportan un alto valor añadido en las cadenas de transporte y de comercio

Actualmente los puertos se están transformando, no solo para ofrecer infraestructuras y servicios de almacenaje, sino para convertirse en plataformas que trabajan con su hinterland (área de influencia) acercándose al cliente final, para crear actividad y facilitar la oferta integrándose en todos los escalones de las cadenas logísticas.

La terminal de La Boella ha firmado un acuerdo para su ampliación y mejora. Puerto de Tarragona

Las infraestructuras portuarias se han convertido en enclaves estratégicos para el comercio mundial, situados en la confluencia de las principales rutas comerciales, conectando con los principales nodos logísticos e incrementando su papel como hubs, para el movimiento de mercancías.

Trabajando en el futuro

El Port de Tarragona trabaja para ser un referente en el futuro de la logística y el transporte posicionando todos sus proyectos bajo el lema Horizonte 2023, que será el momento en el que confluyan en el tiempo la puesta en funcionamiento de infraestructuras clave que darán un impulso cualitativo y cuantitativo a todos los tráficos del puerto de Tarragona.

Ejemplo de esta estrategia es la PortTarragona Terminal Guadalajara-Marchamalo, 150.000 metros cuadrados en la plataforma logística y de servicios más importante de la Península Ibérica, que se encuentra ubicada en el área de influencia de Madrid

La PortTarragona Terminal Guadalajara-Marchamalo se ubicará en el corredor de Henares, el área más dinámica del entorno de la capital del estado, que cuenta con más de 6 millones de habitantes en un radio de unos 60 kilómetros.

Las conexiones ferroviarias cobran gran importancia por su competitividad y sostenibilidad

Esta nueva terminal estará conectada con su terminal intermodal hermana de La Boella ubicada en el puerto de Tarragona. Esta infraestructura cuenta con un acuerdo para su ampliación y mejora de la mano de CTC-Combi Terminal Catalonia (joint venture liderada por BASF). El objetivo es incrementar los tráficos ferroviarios intermodales (marítimos y terrestres) con su hinterland y expandir estos hacia Madrid y la zona centro de España.

Asimismo, existe una clara apuesta por la intermodalidad como herramienta, para optimizar la cadena logística y así poder ofrecer un mejor servicio a los clientes, tanto desde el punto de vista económico como en sostenibilidad. Además, el Port de Tarragona tiene una estratégica posición geográfica que le permite penetrar en su hinterland de manera eficiente y, a su vez, ofrecer el máximo valor añadido a todas sus cadenas logísticas.

La Autoridad Portuaria de Tarragona trabaja en diferentes proyectos para diversificar su estrategia y conseguir así sus objetivos. Un ejemplo es el trabajo para penetrar en su hinterland con la entrada en el accionariado de TIM Monzón

El Port Tarragona se encuentra en una posición geográfica estratégica. PUERTO DE TARRAGONA

Se trata de una infraestructura clave en el desarrollo de la carga general y en agroalimentarios, que acerca los muelles tarraconenses a sus potenciales clientes finales. Así pues, TIM Monzón se encuentra ubicada estratégicamente para el Port de Tarragona

Las relaciones comerciales entre el Port de Tarragona y Aragón son muy estrechas puesto que la infraestructura tarraconense es la principal puerta de entrada de los productos agroalimentarios, uno de los más importantes del puerto, para el uso de las empresas ganaderas aragonesas.

La Autoridad Portuaria de Tarragona, plenamente consciente de la importancia y el valor del suelo logístico, también trabaja en la nueva Zona de Actividades Logísticas (ZAL). Esta nueva infraestructura ocupará una superficie de 915.000 metros cuadrados, y se situará entre los terrenos de la localidad de Vila-seca y de Tarragona

Esta nueva plataforma logística supondrá la creación de más de 4.200 puestos de trabajo directos e indirectos, un incremento de alrededor del 20% del espacio para las actividades logísticas en el Port de Tarragona, con un impacto positivo en el tráfico marítimo, cifrado entre 2,7 millones de toneladas y 4,6 millones de toneladas más al año.