El presidente de Aragón, Javier Lambán, cree que los regantes «no tienen motivos» para rechazar el nuevo Plan Hidrológico del Ebro (PHE) 2022-2027 dado que el 60% de las tierras del Ebro que se van a transformar en regadío son de esta comunidad autónoma, en concreto, 38.000 hectáreas, mientras que 13.000 se harán en Cataluña y 9.000 en Navarra.

«Para los regantes muchos motivos para la negativa no existen, otra cosa es que sean reivindicativos, pero queda claro que se establecen unos objetivos de regulación hasta 2027 y no se cierra a que a partir de esas fechas se incluyan proyectos nuevos», destacó a los medios el presidente de Aragón antes de reunirse en Zaragoza con las organizaciones de regantes de la comunidad, y preguntado por la abstención de este sector en la aprobación del PHE.

Un plan que sí apoya el Gobierno de Aragón y con el que, aseguró Lambán, en el Ejecutivo están «muy satisfechos» porque da respuesta a sus demandas y los «ambiciosos» objetivos que se plantean hasta 2027, con realizaciones y compromisos económicos concretos.

Además subrayó que el PHE prevé culminar cuatro grandes obras pendientes como son el recrecimiento del embalse de Yesa y los pantanos de Almudévar, Mularroya y Santolea, «lo que sitúa a Aragón como la comunidad donde más obras de regulación se están acometiendo».

Más regadío

El plan recoge asimismo la creación de nuevos regadíos, proyectos que, recordó, no se acometían desde finales del siglo XX. En Aragón, dijo Lambán, hay en torno a «28 o 29.000 hectáreas» sometidas a un proceso de transformación en regadío con un nuevo método de financiación, que van a suponer otras 29.000 hectáreas de regadío existentes y además se ha conseguido que con la suscripción del plan se amplíen otras 9.000 en La Litera y Bardenas, entre otros.

«Lideramos en España la transformación de secanos en regadío y eso es muy importante para el medio rural, para combatir la despoblación y darle fuerza a nuestro sector agroalimentario», aseguró el presidente aragonés, para quien las organizaciones de regantes son «un instrumento formidable», no solo en lo que se refiere a la gestión del agua sino que junto con las cooperativas y organizaciones agrarias son «los tres elementos sobre los que se sustenta la actividad agropecuaria» de esta comunidad.

En este sentido expresó su deseo de que en la Mesa de Diálogo del Agua se produzca un acuerdo respecto al futuro en Aragón y advirtió de que el Pacto del Agua «no son las tablas de la ley», sino que es «algo que se tiene que adaptar a las nuevas situaciones económicas y legales que emanan de la UE».

Lambán se refirió así a las posturas encontradas que mantienen el PP, que aboga por cumplir el Pacto del Agua y rechaza el Plan Hidrológico del Ebro por no incluir todas las pretensiones en esta materia, y las de Podemos, que cuestiona la política de infraestructuras hidráulicas que aún mantiene el nuevo plan.