El Periódico de Aragón

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Julia Millán oposita a un puesto en Educación Infantil: "Conseguir plaza es una carrera de fondo"

Los aragoneses que se presentan este sábado al examen de aseguran que los años de oposición "son muy estresantes"

Julia, en el aula donde actualmente da clase | EL PERIÓDICO

JULIA MILLÁN / EDUCACIÓN INFANTIL

Dice que no está nerviosa o que, por lo menos no lo manifiesta, pero sí reconoce que preparar unas oposiciones supone un “tremendo esfuerzo” ya que Julia da clase en un centro y además “hay que prepararse las clases y estudiar”. Este año empezó a prepararlas en febrero porque “antes no pude” y desde entonces estudia varias horas al día y también los fines de semana. Por eso lleva todos los temas “más o menos” salvo un par que “he dejado de estudiar”. Reconoce reconoce que le cuesta memorizar y se siente más segura con la parte práctica. “Me da menos miedo y me defiendo mejor porque es una cosa que se trabaja en clase”, asegura.

Una de las pruebas la han adelantado por el calor, un aspecto “positivo”, aunque señala que todas las pruebas se hacen en este tiempo para “no perder trabajo”, ya que muchos de los aragoneses que se presentan están también dando clase.

Ella opta a una plaza de Educación Infantil y asegura que la “ratio es muy baja”; es decir la logrará “una persona cada 17”, lo que significa que tienes que sacar mejor nota que 17 compañeras, explica. Julia tiene todas las oposiciones a las que se ha presentado (2013, 2016 y 2019) aprobadas y cree que “al final, se consigue una plaza”, aunque tiene claro que “es una carrera de fondo” que puede que cueste muchos años. Aunque en su caso, está dando clase “cerca de casa”.

 Asegura que “no tendría problemas” en trasladarse a una escuela rural pero “tienen que poner facilidades” ya que el sueldo no es muy alto y es difícil “mantener un piso” en el lugar de trabajo y otro, por ejemplo en Zaragoza. Es por eso que señala que por eso hay gente que tiene familia y que no opta a una plaza definitiva por evitar cambiar de lugar de residencia aunque es verdad que a los dos años puedes pedir el traslado

Millán se examina en Zaragoza. Asegura que este año los tribunales han salido tarde y en el caso de los que lo hacen en Teruel se han encontrado un problema y es que no hay alojamiento porque coincide con la fiesta del toro ensogado y entonces “hay que viajar en el mismo día” teniendo en cuenta con los nervios que hay.

PATRICIA / PEDAGOGÍA TERAPEUTICA

"He tenido que quitar horas de sueño"

Es la tercera vez que Patricia se presenta a las oposiciones de docente y opta a una plaza de Pedagogía Terapéutica. Ya lo hizo en 2011 (aprobó pero sin plaza), en 2016 (“solo firmé”) y en 2019 (se quedó en la segunda parte a solo 13 centésimas de su objetivo). Ahora, cuenta que su situación es diferente a la de hace tres años porque “se ha complicado en lo personal”. De hecho, reconoce que para estudiar se ha tenido que “quitar horas de sueño”. Tiene un hijo de 9 años y está sola con él. Así que su día a día es el trabajo en un colegio de 9 a 3, después lleva a su pequeño a los entrenamientos y extraescolares (ahora ya están en los últimos días) y llega a casa sobre las 20.00 horas. Ducha, cena y “es sobre las 10.30 cuando termino todo y él se va a la cama y me pongo a estudiar”. A esta situación se añade que su madre es “dependiente” y también tiene que pasar tiempo con ella.

Hasta hace dos semanas, estudiaba alrededor de tres horas. Desde las 22.30 hasta la 01.30 y ahora que ya no hay extraescolares, “procuro 3 por la tarde y tres por la noche”.

Reconoce que le ha costado mucho “ponerme a estudiar” y realmente lo ha hecho los últimos tres meses. La mitad de los temas los va a llevar “muy bien preparados”, otros no tanto y alguno no le va a dar tiempo. “Es imposible compaginarlo todo”, señala. Estar trabajando le ayuda porque “vas controlando la normativa”, afirma.

Es optimista pero también realista. “Si te digo la verdad, ninguna oposición la llevaré mejor que la de 2019”, porque sacó un 9; las preguntas cortas le fueron bien pero las práctica “no”. Era una “programación arriesgada y no gustó, así que eso me perjudicó”, señala. E insiste: ”No creo que me salgan mejor, pero si toca un tema de los que me he estudiado… igual que la subjetividad no me favoreció, esta vez sí. Por eso, “no tengo muchas expectativas pero tampoco tiro la toalla”, dice.

Patricia se examina en Teruel, así que tiene otro hándicap, y es el desplazamiento. “A las lecturas me puedo llevar a mi hijo, pero al examen no puedo”, dice, antes de añadir que “no es una queja” sino “una situación que no está contemplada”.

Si obtuviera una plaza acabaría con la “incertidumbre que supone ser interina, porque llevamos 9 años con oposiciones aprobadas pero sin plaza”. Ella apuesta por la reducción de horas lectivas porque “mejoraría la calidad educativa”, aunque de momento no se contempla y eso que si se revirtieran los recortes del PP “beneficiaría a los interinos porque si se reducen horas lectivas habría que contratar más y trabajaría más gente como interina”. Por eso, señala que “cuantas más horas, menos calidad educativa, sobre todo con la burocracia que hay”. En cuanto a la posibilidad de cambiar de comunidad, asegura que no sabe “si le compensaría cambiar la vida de mi hijo”.

Lara Anadón.

LARA ANADÓN GINÉS / AUDICIÓN Y LENGUAJE

"Los años de oposición son muy estresantes"

“Llevo una semana muy nerviosa, igual que cuando me presenté la primera vez”, asegura Lara Anadón, que espera obtener una plaza de docente de Audición y Lenguaje. Ya opositó en 2011 “recién salida de la carrera y sin experiencia, por lo que era evidente que no iba a conseguir plaza” pero sí sirve para saber qué es una oposición. La de 2016 no se la preparó y la de 2019 aprobó pero no obtuvo plaza. Se examina en Huesca.

 Es realista y está “muy contenta con mis preparadores y con el grupo con el que se prepara” y, además, “al estar trabajando y rondando por los coles te da experiencia y seguridad tanto en el práctico como en la programación”, señala, porque todas las maestras que compaginamos estudio y oposición con docencia “incluimos a nuestro alumnado a las experiencias y así es más real”. Lara se define como “fanática de la escuela rural”. Tiene claro que “le gusta más” y es donde ha trabajando, aunque ahora que está en la ciudad “lo tengo más claro”.

Ahora está trabajando a jornada completa son “muy estresantes los años de oposición”. Reconoce que “una plaza no te define como maestra” pero quiere confiar en si misma “porque me lo he currado” aunque tiene claro que “el factor subjetividad también existe”, ya que en la convocatoria pasada de los 25 temas sacaban tres y ahora dos”, así que “se reducen las posibilidades”. Si le sale un tema bueno “lo bordo” pero hay otros que “no me gustan”.

En Audición y Lenguaje hay 28 plazas para todo Aragón y se presentan unos 1.300, y eso que “la legislación dice que somos muy necesarios, somos especialistas” pero hay pocas plazas. “creo que somos la que más gente por plaza nos presentamos, señala”.

Su método de estudio consiste en echarse pronto a dormir y estudiar a partir de las 5 de la mañana, después al colegio, a estudiar, repasos, simulacros y a la “sesión” para preparara el examen.

Para Lara es en el “supuesto práctico” en la parte “en la que te puedes lucir” porque te ayuda la experiencia “y el haber rulado por centros, porque puede haber “propuestas interesantes” aunque según hacia donde esté enfocado “puede que no te veas tan desenvuelta”.

Conseguir una plaza supone “una gran seguridad laboral y “poder asentarte en un sitio” porque si no “no puedes formar parte de un proyecto educativo” y si solo estás un curso “no ves la evolución del alumnado”, señala, para añadir después:”Esto, imagino que algún día lo sabré”.

 “La suerte está echada”, concluye.

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