Hay productos que se consumen más cuando el calor es tan intenso como el que están viviendo los aragoneses en los últimos días. La necesidad imperante se refrescarse ha provocado que los productores de hielo hayan adelantado un par de semanas su agosto particular para poder hacer frente a la gran demanda que se registra estos días.

"El consumo lleva disparado desde que empezó el calor, a finales de mayo, varias semanas antes de lo normal, ya empezábamos a estar desbordados", asegura, Alejandro, el responsable de Frescofrío, una empresa productora de hielo aragonesa son sus instalaciones situadas en el polígono industrial de Cogullada. En las últimas semanas ha subido la compra entre un 20 y un 30% y en los días de calor más intenso el aumento ha llegado a ser hasta de un 50% más que los datos registrados hace un año.

"Empezamos a vender en grandes cantidades mucho antes de lo habitual y eso lo que va a provocar es que va a llegar un momento, probablemente en agosto, que si seguimos así, agotaremos todo el estoc que hemos ido acumulando durante el año en las cámaras y no podremos atender todos los pedidos", explica Alejandro. "Al día en nuestras instalaciones se pueden hacer unas 50 toneladas de hielo, pero la demanda diaria supera las 100 toneladas, es imposible de asumir", añade.

Este problema de desabastecimiento por exceso de demanda no se quedan en Aragón sino que el gerente de Frescofrío asegura que los compañeros del resto de España comparten la misma preocupación por como llegarán las existencias al mes de agosto. En el mes de febrero y hasta octubre las maquinas comienzan a trabajar al máximo de su capacidad para acumular existencias, una forma de trabajo que para esta campaña podría no ser suficiente.

"Además, hay que tener en cuenta que las maquinas de embolsado son muy delicadas y en el momento que tienes una avería todo se complica machismo y se frena mucho la producción", asegura Alejandro. "El hielo es un producto que se vende muy barato y a veces nos resulta complicado sacarle rentabilidad", añade.

Una cuestión que se ha complicado aun más con las ultimas subidas en el precio de la electricidad y de los materiales, más concretamente del plástico de las bolsas para los hielos. "Entre la subida del precio que nos cobran los almacenes por mantener el producto en sus cámaras y la subida del precio del plástico, en total, es una subida más o menos del 20%", asegura Alejandro. Una cuestión que ha tenido que repercutirse en los precios que pagan los compradores. "Tuvimos una subida del 10% en febrero y tuvimos que volver a subirlo en junio", explica. Ahora mismo, el precio que se paga en hostelería es de entorno a unos 5 euros por cada saco de 5 bolsas, lo cual se traduce en unos 90 céntimos por bolsa.