Cada vez es más complicado encontrar una vivienda de alquiler en Zaragoza. O al menos eso reflejan las estadísticas. La oferta en la capital aragonesa se redujo en la primavera de este año en un 17% respecto al mismo periodo de 2021. Sin embargo, este decremento es menor que el registrado en el conjunto del país, donde la cifra cayó un 37%.

Según los datos que publica el portal Idealista, la tendencia a la reducción del parque de vivienda de alquiler es general. La mayoría de capitales de provincia españolas tiene ahora muchas menos viviendas en alquiler de las que había hace un año. La reducción es del 63% en Málaga y se sitúa en el 59% en Barcelona, y en el 58% en Alicante. Valencia tiene un 51% menos alquileres, mientras que en Sevilla se sitúa en el 50%. Le siguen Palma (-49%), Las Palmas de Gran Canaria (-46%), Ávila (-45%), Granada (-44%), Tarragona y Girona (-43% en ambos casos). La lista de las ciudades con caídas superiores al 40% se completa con Madrid, donde la oferta de alquileres disponibles ha bajado un 42%.

Para Carlos Alonso, responsable en Aragón de Tecnocasa, el problema se halla en que una notable cantidad de pequeños tenedores prefiere poner en venta las viviendas antes que ofrecerlas en alquiler. «Lo que nos transmiten y nos encontramos es que hay muchos propietarios que temen vender su inmueble ante una posible situación de impagos. Hay muchísimas normas que defienden al inquilino, y eso está bien, pero los pequeños tenedores tienen mucho miedo», argumenta Alonso.

Pequeños tenedores

De hecho, el pequeño tenedor es el que más participación tiene en el mercado inmobiliario aragonés, a diferencia de otras zonas, como Madrid y Cataluña, donde dominan los grandes inversores. Esta diferenciación ya se tuvo a consideración cuando el Gobierno distinguió entre pequeños y grandes propietarios en la limitación del alquiler a una subida del 2% hasta el 30 de junio de este año, según el Real Decreto-ley por el que se adoptaban medidas urgentes en el marco del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania. Por tanto, la falta de estoc se traduce en «colas para encontrar un piso de alquiler» por la «brutal» demanda. Se traduce esto en que la cada vez menor oferta de viviendas para arrendar duran escasos días, y que las listas de espera no hacen sino engrosarse.

No obstante, hubo seis provincias en todo el país cuya oferta de viviendas de alquiler aumentó, entre las que se encuentra la ciudad de Huesca. La mayor subida se da en Lleida, con un incremento del 31%, seguida por Jaén, con un 18%, Soria (14%) y Pamplona (10%). En las otras dos capitales restantes la subida fue de un solo dígito: Huesca (7%) y Valladolid (3%). Una de las razones, según explica Fernando Baena, el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad inmobiliaria (Apis), se basa en que el número de alquileres en Huesca es «muy limitado», por lo que es más fácil que existan variaciones.

De hecho, en mayo de este mismo año, la demanda de compra de viviendas superó por primera vez la demanda de pisos en alquiler en el portal Fotocasa. En 2022 la demanda para comprar vivienda representa el 50% del mercado, frente al 38% que busca alquiler. El 12% restante buscan simultáneamente en ambos mercados.