Las aguas vuelven a su cauce también en las tendencias del consumo alimentario tras quedar atrás lo peor de la pandemia. Pero ahora se compra más cantidad de comida en los hogares que antes de la crisis sanitaria. El volumen total de la cesta de la compra de los aragoneses ascendió en 2021 a 845,5 millones de kilos o litros, de manera que ha engordado en 42 millones (un 5,2% más) respecto a los 803,4 de 2019. El coste global de toda esta comida, sin embargo, ha subido el doble en estos dos años, un 10,5% más, al pasar de 2.224,3 millones de euros a 2.011,9, lo que suponen 212,3 millones adicionales. Esto se debe al incremento de precios del 5,2% que se ha registrado en este periodo. Dicho de otra manera, cada habitante gastó 1.719 euros de media el pasado año para llenar la nevera y la despensa con 653 kilos de comida, 183 euros y 40 kilos más que en el ejercicio previo al estallido del coronavirus (1.536).
Así lo refleja el informe anual sobre consumo alimentario elaborado y publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que pone de relieve que los aragoneses tienen uno de los consumo per cápita más elevados del país tanto en términos de precio como de cantidad.
La cosa cambia si los datos se comparan con 2020, el año del confinamiento domiciliario y las restricciones sanitarias más severas, lo que trastocó por completo los hábitos de consumo. El volumen total de alimentos y bebidas consumidos por los hogares aragoneses en 2021 se redujo un 7,6% respecto del año 2020 (69,6 millones de kilos menos), debido a la recuperación del consumo fuera de casa y la reducción del número de ocasiones de consumo en el hogar derivadas de la nueva normalidad. El gasto bajó en menor medida que el volumen, con una caída porcentual de 5,1% –119,6 millones de euros menos– debido a que el precio medio se incrementó en un 2,7% en la comunidad y se sitúa en 2,63 euros por kilo o litro.
La ingesta anual por aragonés se sitúa en 100 kilos de fruta, 104 de verduras y hortalizas, 50 de carne y 24 de pescado
Esto equivale a que cada persona pagó 70 euros menos el pasado año en relación a 2020, cuando el desembolso por habitante se disparó hasta los 1.789 euros debido al impacto que tuvo la pandemia, que llevo a la población a permanecer durante más tiempo en sus hogares.
Los alimentos frescos tiran del carro
Ahora bien, la vuelta a la normalidad ha provocado que las compras de alimentación y bebidas se hayan reducido con respecto al año anterior. Sin embargo, este retorno ha sido progresiva, y han permanecido determinados hábitos adquiridos durante la pandemia, lo que provoca que las cifras de compra de alimentación y bebidas todavía sean superiores a las previas a la pandemia. El consumo de productos de alimentación y bebidas en el ámbito doméstico sigue siendo un 3,2% superior a lo habitual.
El ‘súper’ acapara el 47% del mercado y el canal ‘online’ se afianza
El supermercado o autoservicio siguen siendo el canal preferido por los consumidores para realizar las compras, englobando el 47,5% del total de productos de alimentación. Pese a ello, el volumen adquirido en estos establecimientos en 2021 cae un 7,5% con respecto al ejercicio anterior. La tienda descuento se sitúa en segundo lugar, con un 15,4% del volumen total de las compras, y los hipermercados en el tercer puesto, con el 13,2%. Las tiendas tradicionales representan un 12,9%, pero son las que pierden una mayor proporción (un 13,1% menos). Por su parte, el canal que mejor aguanta a cierre de año 2021 y que sufre un menor decrecimiento es el online, con un 0,5% menos respecto a 2020. El comercio electrónico el concentra el 2,4% del volumen de compra pero gana importancia y se consolida año tras año.
A cierre de 2021, el tipo de alimentación fresca representa el 43% del peso total de alimentación que compran los aragoneses para casa, más de cuatro puntos más que en el conjunto de España, lo que en valor equivale a una proporción ligeramente superior (44,9%, casi tres puntos más que la media nacional).
En definitivos, frutas, verduras, carnes y pescados suponen prácticamente la mitad del gasto de la cesta de la compra de los aragoneses y españoles. Respecto a 2020, la adquisición de estos alimentos frescos se reduce un 7.6% a lo largo del año, algo menos que la caída anotada en todo el país (-9,1%). Equivale a un decrecimiento del 7.9% en facturación. Por su parte, aquellos productos considerados no frescos u otros también tienen una evolución negativa, con un descenso del 7,6 % en términos de volumen y del 2,7% en términos de valor.
Los más verduleros de España
Los segmentos o categorías de alimentación principales del consumo doméstico no cambian con respecto a los dos años anteriores, ya que los alimentos que han supuesto un mayor volumen de consumo per cápita son las frutas, con 100,7 kilos por aragonés y año, casi nueve más que el promedio español. Les siguen verduras, patatas y hortalizas frescas con una ingesta promedio por persona de 104,2 kilos, siendo la comunidad más consumidora de este segmento, solo superada por Navarra (106,5), y muy por encima de la media nacional (87,2). La tercera rama de productos que más pesa es la leche, con 71 litros por persona durante el año, en línea con la cifra de España (70,4). Le siguen la carne, con 50,7 kilos, y el pescados y mariscos, con 24,3 kilos, en ambos casos algo por encima de la media nacional (44,7 y 22,7 kilos, respectivamente).
Sin embargo, en 2021 la ingesta per cápita se ve reducida respecto al año 2020 en algunos alimentos frescos como carnes (un 8,7% menos), pescados (9,5%), frutas (-5,8%), hortalizas (-4,3%) o leche (-6,2%). Baja de manera más destacada aún en productos como huevos (-10,7%), azúcar (-11,9%), aceite (-13,5%) y en bebidas como vino (-20,7%) o cerveza (-9,7%). Algunos alimentos se salvan del descenso general del consumo en el hogar que se produjo en 2021 por la progresiva salida de la pandemia, entre ellos zumos (un 17,4% más), aceitunas (26,6%), bollería y pastelería (6,5%), calabacines (4,2%), platos preparados (3,6%) o sushi (53%).
