Con un mensaje de Whatsapp. Esa fue la manera que eligió Daniel Pérez Calvo, el coordinador de Cs en Aragón y mano de derecha de Inés Arrimadas, para comunicarle su cese al diputado Carlos Ortas, hasta ahora secretario de Acción Institucional.

«A última hora de la tarde, mientras paseaba, fue cuando me enteré, a la vez que todos mis compañeros, de la decisión del comité permanente por un Whatsapp», ha explicado el diputado liberal que además añade que, tras el mensaje, fue eliminado del grupo.

Ortas es uno de los tres firmantes aragoneses de la plataforma de críticos Somos Ciudadanos, que exigen una Asamblea General Extraordinaria para abordar el futuro del partido. «Lo único que pedimos es que los afiliados decidamos que va a a pasar en la refundación», sentencia. «Nunca he sido desleal al partido y me han cogido de cabeza de turco, pero no me arrepiento», añade.

Carlos Ortas va a seguir como diputado en las Cortes y seguirá afiliado al partido liberal. «Los altoaragoneses me votaron con un programa en el que todavía creo y que voy a seguir defendiendo», asegura. Jose Luis Saz, que llegó a ser consejero de Hacienda por el PP y al que el diputado desea «mucha suerte», ocupará el cargo que Ortas abandona.

Desde plataforma Somos Ciudadanos «lamentaron» las reacciones de la dirección de Cs, a raíz de la destitución de Carlos Ortas. «Las represalias y la censura contra los afiliados no es la solución», señalaron.

Ciudadanos (Cs) en Aragón considera que lo «lógico» habría sido que el diputado hubiera renunciado a su cargo orgánico tras exigir, «por sorpresa», la dimisión de la dirección nacional de la formación naranja.