El sector de la Educación en Aragón ocupa un lugar muy relevante en la economía aragonesa por su evolución desde el año 2000, sobre todo en lo referente a empleo e impacto económico, según desvela el informe Situación y perspectivas económicas del sector Educación en Aragón, impulsado por el Consejo Aragonés de Cámaras y presentado esta mañana

Este informe repasa la situación y las perspectivas económicas del sector de la Educación, que representó el 3,91% del PIB de Aragón del año 2019, así como un impacto total sobre el resto de la economía que llega hasta el 10,44% del PIB y el 9,15% del empleo.

En el año 2021 representó el de mayor nivel de empleo en Aragón según los microdatos de la EPA. Sus 46.662 ocupados en dicho año representan el 8,05% del empleo total de Aragón, mientras que en el año 2000 su empleo representaba el 4%. Ha doblado su cuota merced a que, mientras el empleo total de Aragón crecía a una tasa acumulativa anual del 0,75%, el del sector Educación lo hacía al 3,86%. La participación del empleo en la ocupación total en la comunidad avanza 14 centésimas de punto porcentual por año.

Este empleo está dominado por trabajadores del sector público que representan en torno a un 60% del total en los últimos años, aunque el porcentaje sigue una tendencia descendente. La participación del empleo privado avanza en promedio a 4 centésimas de punto porcentual por año y el avance está protagonizado por el crecimiento del empleo en el subsector Otra Educación, en el que la importancia del empleo privado es estable en torno al 80% gracias a un crecimiento más rápido que ningún otro subsector de la educación. El PIB de la parte privada del sector va ganado participación al ritmo de 5 centésimas de punto por año.

Los resultados académicos para la Educación no universitaria indican que en el estudio Pisa los resultados de Aragón están por encima de la media española, aunque en otros como la idoneidad y el grado de repetición están por debajo. En lo que respecta a la universitaria los indicadores también están por encima, pero muy por debajo de las comunidades con los mejores indicadores.

En cuanto a los resultados económicos, la rentabilidad del sector es claramente superior a la media de todas las empresas aragonesas, mientras la productividad es menor, aunque su crecimiento real es satisfactorio, según el informe. La rentabilidad promedio del periodo 2000-2020 es 6,39% frente al 1,60% del promedio de todos los sectores y la productividad ha crecido entre esos años un 1,56% en tasa real acumulativa anual (descontando la inflación) mientras la de todas las empresas lo han hecho al 0,48%.

Se identifica al subsector de Educación primaria como el que mejor comportamiento registra, tanto en rentabilidad como en productividad. El segundo es Otra Educación. Los dos que peor comportamiento revelan son Educación infantil y Educación postsecundaria.

También se caracteriza en lo posible la estructura empresarial del sector, con el protagonismo del sector público y el paulatino progreso de la participación privada en los últimos años. En la parte privada del sector se resalta la presencia de formas jurídicas distintas de la empresa mercantil, se destaca una muestra de empresas privadas y, finalmente, se señala la existencia de tres grupos empresariales caracterizados por su dinamismo.

Por último, se hacen recomendaciones en cinco ejes de actuación: inmigración, resultados académicos, políticas educativas, profesionalización de la gestión de centros privados hasta educación secundaria y atención a la dimensión provincial.

En cuanto a inmigración, el informe señala que será necesario incentivar la escolarización así como seguir reforzando el profesorado para prestar la debida atención a la integración de esta parte del alumnado. En cuanto a los resultados académicos, se señala que es un problema grave el descenso de nivel en los resultados en ciencias y matemáticas cuando el ritmo del progreso tecnológico requiere cada vez mayor proporción de titulados en estas materias. Además, se pone de manifiesto que las actividades educativas de Huesca y Teruel tienen que superar barreras más altas que las empresas de Zaragoza. Y la barrera económica más importante es el coste de obtener un mismo resultado, que cuando hay economías de escala por la densidad de población como en Zaragoza es más bajo que cuando no las hay como en las otras dos provincias.