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El comercio de proximidad ha tenido unos registros muy buenos en el último trimestre de 2022.MIGUEL ÁNGEL GRACIA

EL CONSUMO EN EL FIN DE LAS FIESTAS

El comercio aragonés cierra una campaña navideña «muy positiva»

Las ventas y la sensación en las tiendas vuelven a ser similares a la situación prepandémica / Las rebajas y la inflación son los primeros tramos de un 2023 aún más esperanzador para el sector

Con la llegada de los Reyes Magos a las casas de todos los aragoneses, el comercio de la comunidad da por concluida una campaña navideña «muy positiva». Con la pandemia olvidada –esperemos que por mucho tiempo– y con la gente pudiendo gastar aquellos ahorros que en fiestas pasadas no salieron de los bolsillos, los comerciantes aragoneses afrontan un nuevo episodio en las ventas: las rebajas de enero. Pero antes de empezar con los descuentos, presentes ya en muchas tiendas, hay que mirar lo bien que ha funcionado todo lo anterior. 

«Ha sido una campaña muy buena, sobre todo si recordamos lo extraño y complicado que fue el inicio de 2022 para todos nosotros», adelanta Antonio Tornos, presidente de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (ECOS). 

Entre las muchas razones que han hecho que el comercio vuelva a reactivarse a altos niveles en diciembre, Tornos destaca el regreso definitivo de la normalidad: «Llevábamos dos años viviendo una Navidad muy extraña y esta se parece mucho a la que hemos tenido toda la vida, por lo que la gente ha mantenido esas ganas de salir y ha pasado mucho tiempo en la calle y entrando a los comercios».

Una situación que se ha podido llevar a cabo gracias a la anomalía meteorológica en la que se ha sumergido la primera mitad del invierno en toda la península. «Tener un tiempo tan bueno ha permitido pasear por el centro sin pasar mucho frío y disfrutar mucho más del ambiente en las ciudades», señala Tornos, que celebra también que las bajas temperaturas llegan con el fin de la campaña: «El frío está empezando ahora y viene bien para que cuando empiecen las rebajas y el cliente se acerque otra vez más a las tiendas, pero con una intención muy diferente». 

Frente a los regalos y las compras de alimentos para las cenas de Navidad, enero llega a los ciudadanos aragoneses con otro objetivo: «Como ha sido siempre, las rebajas son para comprar ropa y con estas temperaturas es el momento perfecto para renovar el armario, sobre todo con prendas de invierno».

Incluso unas rebajas importadas desde Estados Unidos, el Black Friday, funcionaron bien en el inicio de la campaña navideña. Las últimas semanas de noviembre ya pertenecen a una tendencia de venta «que ha funcionado mucho mejor que en anteriores años, sobre todo en la compra de electrodomésticos y aparatos tecnológicos». 

Concluye el presidente de ECOS: «Invierno, entre la Navidad y las rebajas, es la época del año con mayor facturación para el sector». 

La visión del cliente

Al otro lado del mostrador, preparados para hacer sus compras, los consumidores también han tenido la sensación que estos últimos meses de 2022 han servido para reactivar el comercio. 

Sea por el buen tiempo, el consumismo asociado a la época navideña o por los ahorros mantenidos durante la pandemia, los aragoneses han vuelto a sus tiendas de confianza para hacer algunas de las compras más importantes del año. 

«Ha sido una Navidad de recuperación», resume José Ángel Oliván, presidente de la Unión de Consumidores de Aragón (UCA), que incluso considera que la campaña «ha ido mucho mejor de lo que se esperaba».

El sentimiento positivo, compartido con los comerciantes, no llega, sin embargo, al Black Friday, que desde UCA valoran como «un pequeño pinchazo». Los motivos, asegura Oliván, son que «este modelo no tiene mucho sentido en nuestra cultura, porque está muy asociado a Estados Unidos, y que las ofertas no fueron tan buenas como se esperaban».

Diferencias aparte, con lo que sí coincide Oliván respecto al diagnóstico de ECOS es el buen momento que atraviesan también los clientes: «Se puede apreciar porque durante este mes de diciembre ha habido muchos viajes, tanto en el puente como en los fines de semana; los aragoneses han vuelto a llenar los cotillones y los niveles de venta en las tiendas han sido muy interesantes. Todo es una muestra de que la gente ha cogido con muchas ganas esta campaña de Navidad». 

El problema de la inflación, que pulula en los bienes de primera necesidad pero también en los caprichos, no ha supuesto, según Oliván, un gran inconveniente, ya que «aunque los precios han subido, las casas aún tienen dinero, porque hay ahorros de lo que no se pudo gastar durante la pandemia, y el nivel de empleo es muy alto, lo que hace que los aragoneses puedan seguir gastando». 

«Vivimos en un muy buen momento para el comercio, a los dos lados de los escaparates», sentencia un presidente de UCA que ya está pensando en la inminente campaña de rebajas con la que el comercio aragonés arranca el curso 2023: «La época de rebajas ha desaparecido, porque cualquier comercio puede comenzarla cuando lo desee, pero sigue siendo especial para todos el inicio oficioso de esta temporada». 

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