Fundación Rey Ardid refuerza el servicio de atención a domicilio

Hoy, 1 de octubre, la ONU conmemora el Día Internacional de las Personas de Edad. Según el INE, en España más del 20% de la población es mayor de 65 años, siendo el segundo país de la UE cuya población más envejeció en la última década. La mejora en la calidad de vida y el aumento de personas de edad ha provocado un cambio en los cuidados de larga duración, provocando una sobrecarga real hacia las personas cuidadoras, tradicionalmente mujeres.

El modelo español está marcado por la gestión de este tipo de cuidados desde el sistema de servicios sociales y no desde el sanitario, lo que deriva en un catálogo de servicios poco flexible y limitado que no garantiza una atención de la suficiente calidad e intensidad.

Frente a ello, la Fundación Rey Ardid ofrece un amplio abanico de servicios que quiere dar respuesta a las distintas necesidades de los mayores.

Servicios personalizados

A la largo de su trayectoria en la atención a mayores, la fundación ha desarrollado un equipo especializado en la atención a personas afectadas por enfermedades neurodegenerativas, personas con Alzheimer u otras demencias y diversos colectivos que viven al borde de la exclusión social, siendo este uno de sus pilares fundamentales.

La atención a domicilio es uno de sus servicios clave. Cristina Cubero, coordinadora del Servicio de Ayuda a Domicilio de Fundación Rey Ardid, asegura que «hasta ahora el cuidado de personas mayores se contemplaba en la mayoría de los casos desde residencias o centros especializados y no desde casa, pero el cuidado a domicilio es el futuro». Desde la fundación proporcionan las herramientas necesarias para «poder cuidar a las personas desde la comodidad de su casa». Cubero comenta que «una de las barreras para acceder a este tipo de servicios es el precio del mismo, por eso es necesaria la concesión de subvenciones para que sea más accesible». Menciona «muchas familias optan por las residencias» pero el servicio a domicilio «permite centrarse más en las personas de manera más personalizada y respetar sus tiempos», teniendo en cuenta que «cada vez son más personas las que sufren Alzheimer y enfermedades neurodegenerativos, y cada vez más jóvenes».

Cristina Cubero desarrolla que «se tiene que cambiar la mentalidad en cuanto a la asistencia en los domicilios, porque hace unos años solo se relacionaba con la limpieza de la casa, pero es mucho más». Pone en valor la labor de los equipos «multidisciplinares» que se ocupan de este servicio: «fisioterapeutas, terapeutas ocupaciones, psicólogos y personal sociosanitario, ya que la atención a domicilio es mucho más que limpiar y dar de comer».

Aun así, son muchas las personas que siguen prefiriendo las residencias, y Rey Ardid trabaja con un modelo de residencias del futuro, explorando la personalización de los cuidados, la especialización de los centros, la diversificación de los servicios y la importancia de estos modelos en el futuro. La entidad lleva ya varios años apostando por las nuevas tecnologías aplicadas al cuidado de las personas mayores.

Como añadido, Rey Ardid destaca la iniciativa de comunidades cuidadoras, proyectos comunitarios para impulsar que sea la propia comunidad la que cuide de las personas mayores que forman parte de ella y estos no se vean obligados a salir de su entorno.

Apuesta rural

Fundación Rey Ardid reafirma su compromiso con el territorio con la apertura de nuevos centros en zonas rurales. Minerva Morago, directora del Área de Mayores, asegura que el objetivo es «ofrecer a las personas mayores la posibilidad de seguir viviendo en su pueblo, no obligarlas a desplazarse a núcleos urbanos para poder acceder a una residencia». Este año se han sumado cuatro centros a la lista de residencias de Fundación Rey Ardid. La entidad gestiona dos residencias municipales en Sabiñánigo y Nájera, y en 2024 inaugurará una con financiación propia en Molina de Aragón, y una en Valderrobres en colaboración de la Fundación Arcoíris.