bonÀrea empezará en abril a construir la nave de líquidos

En julio también comenzará a levantar la planta de piensos y se prevé iniciar asimismo la preparación automática de pedidos para el reparto a tiendas desde el almacén logístico

La gasolinera, la nave de frutos secos y, al fondo, la nave logística, son algunos de los edificios que ya se vislumbran en el complejo alimentario de bonÀrea en Épila.

La gasolinera, la nave de frutos secos y, al fondo, la nave logística, son algunos de los edificios que ya se vislumbran en el complejo alimentario de bonÀrea en Épila. / Servicio Especial

Alicia Revuelta

Alicia Revuelta

El centro alimentario que bonÀrea está levantando en Épila avanza a buen paso y prueba de ello es que este mes de abril comenzará a construirse la nave de líquidos y en julio la de piensos (petfoods), al tiempo que está previsto que a mediados de año entren en servicio nuevos espacios dentro de la nave logística y se ponga en marcha la nave de frutos secos. Así lo indican fuentes de bonÀrea Agrupa, que recuerdan que a finales del año 2023 ya se habían invertido en este complejo unos 200 millones de euros de los 400 previstos, siendo estas instalaciones una pieza clave para materializar la integración vertical del grupo en Aragón.

En la nave logística se han instalado placas solares. | SERVICIO ESPECIAL

En la nave logística se han instalado placas solares. / Servicio especial

Desde finales de 2022, bonÀrea lleva a cabo el proceso de cross docking en una parte de la nave logística construida en Épila. Esto supone que cada día llegan hasta esta nave 10 tráileres cargados con los pedidos preparados para ser expedidos en camiones de distribución hacia 116 tiendas repartidas por Aragón, Navarra y La Rioja, entre otros.

Sin embargo, este proceso ocupa solo una pequeña parte de la gran nave logística donde el grupo trabaja actualmente en la construcción de hasta 16 pasillos de almacén de cajas automáticas. Gracias a ello, más de 300.000 cajas almacenadas (20.000 cajas por pasillo) se podrán enviar a la preparación automática de pedidos y expedirse en las tiendas. Según la compañía, las previsiones indican que estos primeros shuttles podrían arrancar en julio de este mismo año, hecho que permitirá iniciar el proceso para servir, gradualmente, de forma automatizada los productos no refrigerados a las tiendas del entorno del complejo de Épila.

En la nave logística se lleva a cabo el ‘cross docking’.  | JAIME GALINDO

En la nave logística se lleva a cabo el ‘cross docking’. / Servicio especial

Nuevas construcciones

Además, este mes de abril empezará a construirse la nave de líquidos que se prevé que esté completamente terminada para finales de 2025. Este edificio estará destinado al tratamiento y envasado de leche, zumos, agua, vino y aceite y contará con 15.000 m2, con distintas zonas productivas segregadas según los productos.

El proyecto de la nave de líquidos forma parte de un conjunto de naves de derivados lácteos, como quesos o yogures. El objetivo es conseguir, a largo plazo, el máximo aprovechamiento de las sinergias que se derivan de estos procesos, tanto de materias primas como energéticos.

También en los próximos meses, concretamente en julio, se espera empezar la construcción de la planta de piensos (petfoods), que se encuentra en la última fase de diseño, según indican desde bonÀrea, y cuyo proyecto el Consejo de Gobierno del Ejecutivo aragonés ha declarado este mes de marzo directamente ejecutable.

Se trata de una planta de producción con capacidad para dos líneas de 15.000 kg/h, de las que de momento solo se implantará una de ellas. La superficie destinada a la nave es de 11.750 m2, y se dispondrá de una torre de 35 metros de altura en la que se realizará todo el proceso de molturación de las materias primas, mezcla, extrusión, secado, y envasado.

La gran aceptación de los productos destinados a los animales de compañía, que bonÀrea produce, hace necesaria la construcción de esta nueva fábrica, que se nutrirá de los cereales de la zona y, en un futuro, de la carne fresca que se produzca en los mataderos del propio complejo.

En la nave de frutos secos ya se llevan a cabo procesos de tostado y salado de almendras.

En la nave de frutos secos ya se llevan a cabo procesos de tostado y salado de almendras. / Jaime Galindo

Nave de frutos secos

También está funcionando la nave de frutos secos donde ya se han iniciado los procesos de tostado, salado, envasado y encajado de la almendra y se está en proceso de automatizar la zona de recepción, descascarado y repelado, cuya previsión de puesta en marcha se espera para mediados de año. Este edificio cuenta con 15.000 m2 y está destinado a la recepción y tratamiento de toda la gama de frutos secos y frutas desecadas, aunque también se ha diseñado para poder albergar otros procesos como caramelizados o chocolateados, líneas que se irán incorporando con el tiempo.

Otra de las naves ya finalizadas es el lavadero de cajas, que cuenta con 29.000 m2, y se encuentra en fase de puesta en marcha. Actualmente, se lavan unas 20.000 cajas al día gracias a uno de los sistemas de aprovechamiento de agua y energía más avanzados del mercado.

El resto de instalaciones que ya funcionan en el complejo de Épila son los talleres, donde trabajan más de 30 profesionales, entre ingenieros, arquitectos y técnicos especialistas, para el diseño y gestión de los proyectos industriales que se están llevando a cabo en el complejo; y la gasolinera con 10 puntos de repostaje para coches y camiones; 12 boxes de lavado de coches, dos para camiones y ocho aspiraciones. También suma dos puestos de carga eléctrica y varias plazas de aparcamiento para coches y camiones a los que se incorporará un punto para vendings para ofrecer servicio y descanso a los conductores.