El Casademont Zaragoza cerró su triste paso por la FIBA Europe Cup con una victoria (82-77), esta vez contra el Reggio Emilia. El partido no tenía historia ni trascendencia para la clasificación, pero pasará a la historia como el día que Aday Mara debutó con el Casademont Zaragoza. Era el único punto de interés, el único aliciente para los poco más de dos mil espectadores que se dieron cita para ver el duelo ante el Reggio Emilia. Jaume Ponsarnau no hizo esperar mucho al público. La torre aragonesa (2,18 de altura con 16 años) salió a pista a falta de 3.53 para el final del primer cuarto.

Su defensor, Diouf, le siguió muy de cerca pero el joven zaragozano no se amedrentó y comenzó a dar muestras de su potencial. Pese a su altura y juventud es un jugador coordinado. Pese a su todavía escaso físico, sabe utilizarlo y no le asusta la pelea. En sus primeros minutos en pista se le vio poco. Intentó recuperar un balón en ataque, tuvo que cometer una falta, capturó un rebote y fue objeto de otra personal. No le llegó ningún balón en ataque, así que de entrada no pudo verse el uso de las dos manos con el que ha destacado en todas las categorías inferiores. 

Mara volvió a salir en el tercer cuarto, pugnando de nuevo con Diouf. Se hizo con otro rebote en el lanzamiento de un tiro libre y cometió su segunda falta, concediendo un adicional. Su primer balón no le llegó hasta casi el final del tercer cuarto. Se vio forzado a un tiro de media distancia pero Diouf le taponó en falta y el zaragozano estuvo perfecto desde el tiro libre para que el público le diera una cariñosa ovación. Los 2.087 espectadores de la grada se quedaron con ganas de más.

El partido fue un poco más de lo mismo para este Casademont, aunque con mejor final. Con San Miguel fuera para que entrara Mara, con Radoncic reservado, Javi García empezó de base, Vilá hizo el cuatro cuando se sentó Vanwijn, Font entró en la rotación, Mobley y Okoye mantuvieron su ración de minutada. Ponsarnau rotó algo diferente pero el juego del equipo mostró los mismos problemas de siempre. Al Casademont le cuesta un mundo generar juego en ataque. Sus porcentajes de tres comenzaron siendo bajos, igual que los de un Reggio Emilia que se presentó en Zaragoza con nueve jugadores. Las imprecisiones, los errores y los malos tiros condenaron de nuevo al equipo aragonés a una anotación muy baja (30 puntos al descanso) y a ir por detrás en el marcador ante un equipo italiano que consiguió tirar más veces.

El tercer cuarto empezó incluso peor, con un parcial de 2-10 que amenazaba con otra derrota importante, pero el Casademont encontró el acierto desde el triple y con cuatro casi seguidos consiguió volver al partido. Vilá se creció con buenos minutos en el cuatro y el equipo aragonés consiguió darle la vuelta al resultado. A partir de ahí el duelo se mantuvo parejo, aunque ya con el Casademont por delante. El Reggio Emilia, que llegó con nueve jugadores y rotó a ocho, empezó a acusar el cansancio y cada vez falló más. 

Al equipo aragonés le bastó con ir acertando de tres, el buen trabajo de Vilá bajo el aro, la contundencia de Hlinason para ir tirando hasta el final ante un rival al que tampoco le iba la vida en el duelo. Con eso ganó un partido para cerrar su pobre participación europea con dos victorias en seis jornadas. Al menos salvó la honrilla de no ser el último del grupo, aunque se ha quedado muy lejos de sus propias expectivas. El partido de despedida no tuvo mayor historia, pero siempre será el del debut de Aday Mara. El futuro ya está aquí.

FICHA TÉCNICA

Casademont Zaragoza: Javi García (9), Mobley (7), Okoye (10), Vanwijn (5), Deon Thompson (8) -cinco inicial-, Sipahi (9), Font (7), Hlinason (9), Mara (2), Vilà (10) y Waczynski (6).

Unahotels Reggio Emilia: Cinciarini (8), Candi (15), Thompson (12), Olisevicius (12), Hopkins (6) -cinco inicial-, Crawford (16), Bonacini (2) y Diouf (6).

Parciales: 14-22, 16-14, 28-21, 24-20.

Árbitros: Straube (Alemania), Ninkovic (Serbia) y Tsolakos (Grecia). No hubo exclusiones.

Incidencias: Último partido de la primera fase en el grupo D disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 2.087 espectadores.


Así hemos narrado el partido en directo: