Lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible. El Casademont Zaragoza sucumbió una vez más ante el poderío y la calidad de un Real Madrid que sufrió un poco hasta el descanso pero que dominó a placer hasta el final (65-86). Al conjunto aragonés le faltaron puntos y, al final, hasta la fe. El Casademont se supo derrotado antes del final y el partido acabó sin mucha historia. Otra cosa será, o debería ser, la próxima jornada, cuando el equipo de Ponsarnau vuelva a su realidad y juegue una auténtica final contra el Fuenlabrada.

Los partidos contra el Real Madrid se parecen todos demasiado. Salvo contadas excepciones, la diferencia entre ambos es tan palpable que el Casademont no tiene opciones de casi nada. Ayer acabó siendo así aunque pareció otra cosa en algún momento, sobre todo en un segundo cuarto en el que el Casademont disfrutó sobre la pista e hizo disfrutar, por fin, a sus aficionados. Pero Pablo Laso ajustó sus piezas al descanso y, en la segunda parte, no hubo caso. El trabajo de Yabusele y los triples de Llull y Heurtel remataron a un cada vez más errático Casademont.

La primera parte tuvo dos partes diferenciadas. El primer cuarto se vio a ese Casademont Zaragoza más errático, al que le cuesta un mundo anotar, elaborar sus ataques, encontrar el camino al aro. Al menos los aragoneses empezaron ya con buen tino en el rebote defensivo, lo que les permitió recuperar algunas acciones. Pero el dominio era claramente del Real Madrid, que no tardó en amasar una primera ventaja significativa porque los locales no anotaron en jugada hasta prácticamente el minuto cinco. No obstante, el equipo de Pablo Laso tampoco estaba carburando al 100% de su potencial y el parcial no fue excesivo (15-20).

Pero la salida del Casademont en el segundo cuarto fue fulgurante y en un visto y no visto el equipo aragonés igualó el partido. La mayor intensidad aragonesa sorprendió a un Real Madrid que sufrió en defensa y en ataque. Mobley cortando la zona, los triples de Waczynski y del propio escolta y Hlinason aprovechando para hacerse grande ante la ausencia de Tavares, dieron la vuelta al marcador y el mando del partido al Casademont para jolgorio de una grada más llena de lo esperado por el puente y que hacía días que no disfrutaba con el juego de su equipo. El regreso de Tavares equilibró las fuerzas y permitió al Madrid acercarse de nuevo en el marcador, aunque el Casademont consiguió llegar al descanso con una ventaja mínima (36-35).

Nada que hacer

Una ilusión. Tras el descanso ya no hubo opciones para un Casademont que no hallaba ni la manera de frenar a su rival ni de superar su defensa. El equipo blanco puso un punto más a su trabajo atrás y empezó a anotar con más y más facilidad, convirtiendo la segunda parte en una espera para ver cuál sería el resultado final. Los números del Casademont eran demasiado pobres (13 puntos en el tercer cuarto, 16 en el último con bajos porcentajes) y su juego no invitaba a mucho más. De hecho, Ponsarnau tuvo que pedir tiempo muerto porque su equipo ya había bajado los brazos cuando quedaban varios minutos por jugarse y la diferencia podía ser hasta dolorosa.

Tampoco quedó claro si el partido sirvió para preparar algo para el futuro. Ponsarnau sorprendió apostando por Font de titular, pero el escolta jugó seis minutos y después no volvió a salir a pista hasta el final. Javi García apareció en la última acción del tercer cuarto y luego tuvo seis minutos porque Sipahi ya no volvió a jugar. El zaragozano mostró que no es peor que el turco. El Casademont ya no volvió a encontrar el acierto de tres, Mobley apenas apareció de nuevo y Okoye estuvo muy errático. Por dentro Yabusele hizo daño y todos los interiores sufrieron. Thompson desde lejos apenas inquietó.

Por si había alguna duda, quedó claro que el Real Madrid está varios peldaños por encima de este Casademont Zaragoza. Al equipo aragonés aún le queda mucho trabajo por delante para mostrarse como un grupo solvente y más competitivo, aunque el partido de ayer es indicativo de poca cosa en la realidad aragonesa. Ahora toda la atención debe estar fijada en el próximo domingo. El partido contra el Fuenlabrada, que ayer ganó al Valencia, vuelve a ser clave para los zaragozanos. Los equipos de la parte alta son imposibles. Así que no puede fallar con los de abajo para no meterse en líos.

FICHA TÉCNICA:

Casademont Zaragoza: San Miguel (5), Font, Okoye (15), Vanwijn (4), Deon Thompson (5) –cinco inicial–, Radoncic (9), Hlinason (6), Javi García, Mobley (13), Waczynski (6) y Sipahi (2).

Real Madrid: Williams-Goss (7), Llull (17), Hanga (4), Yabusele (9), Tavares (3) –cinco inicial–, Núñez (2), Heurtel (13), Vukcevic, Poirier (7), Randolph (7), Taylor (9) y Causeur (8).

Parciales: 15-20, 21-15, 13-24, 16-27.

Arbitros: Pérez Pérez, Oyón y Vicente Martínez. 

Eliminados: No hubo.

Incidencias: Partido disputado en el pabellón Príncipe Felipe ante 6.083 espectadores. 

Así hemos narrado el partido en directo