Nueva operación policial contra la producción ilegal de cigarrillos. Ya van dos en lo que va de año en España y en esta ocasión ha tenido lugar en Zaragoza, Guadalajara y Madrid. En total han sido detenidas 20 personas, formando todas ellas una organización criminal formada por españoles, búlgaros y colombianos.

Denominada operación Malpica, nombre del polígono industrial situado a quince kilómetros del centro de Zaragoza, el Cuerpo Nacional de Policía y la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera realizaron cuatro registros en naves, tres de ellas de seguridad y una que era el centro de producción ilegal de cigarrillos. No solo realizaron dichos registros, sino también en tres domicilios localizados tanto en la capital aragonesa como en la del reino.

Los investigadores intervinieron 270.000 cajetillas de tabaco Marlboro, valorado en más de un millón de euros, así como 4.000 kilos de picadura de tabaco, según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.

 Para producirlo, la banda poseía de una gran cantidad de maquinaria industrial, así como diversidad de útiles para llevar a cabo este tipo de elaboración. Parecía una fábrica legal. Asimismo, los agentes aprehendieron dos camiones y seis lanchas con bidones de aproximadamente 1.000 litros, así como diversos envoltorios con un fuerte olor a hachís, según estas mismas fuentes.

Pendientes del peritaje

Es tal el grado de profesionalización de la organización que fabricaba cigarros de manera clandestina que los investigadores pidieron a un técnico de la compañía Philip Morris que viajara a España para realizar un peritaje y así poder determinar la capacidad de producción de la fábrica.

Desde la Jefatura Superior de Policía de Aragón se limitaron a confirmar las detenciones, no pudiendo dar más detalles del dispositivo porque la investigación estaba dirigida desde Madrid.

Desmanteladas 31 fábricas desde 2013 

El descubrimiento, por primera vez, en junio de 2013 de un centro de producción de tabaco ilegal en España, en concreto en la localidad madrileña de Coslada, dio la voz de alarma sobre un fenómeno nuevo que se intensificaría especialmente en 2014. La fábrica tenía una capacidad de producción de 120 cajetillas por minuto y utilizaba un almacén en Guadalajara como depósito del tabaco que posteriormente se vendía en Reino Unido, donde el precio de la cajetilla ronda los 10 euros.

Una producción cuatro veces mayor que la de Coslada, dirigida también al mercado británico, fue interrumpida en septiembre de 2014 en un polígono industrial de Vitoria. La fábrica disponía de cuatro naves satélite que daban salida a 1,5 millones de cajetillas a la semana. Su desmantelamiento evitó un fraude fiscal de 4,5 millones de euros semanales.

El año pasado Philip Morris, la empresa propietaria, entre otras marcas, Marlboro y Chesterfield, elaboró un informe de inteligencia sobre la fabricación clandestina de cigarrillos. En el documento se recopilaban 19 grandes operaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado desde el año 2013 y 25 fábricas desmanteladas a las que habrá que sumar las seis de este 2022.

Entre las fábricas desmanteladas, destacan catorce centros descubiertos en Andalucía, la comunidad autónoma más castigada por el contrabando, seguida por tres en Cataluña, tres en la Comunidad Valenciana y tres en Castilla-La Mancha. En Zaragoza no se había descubierto ninguna hasta la fecha

El antecedente más cercano fue una operación desarrollada en Cádiz, Jaén, Málaga y Sevilla, quienes distribuían el tabaco y las sustancias estupefacientes a nivel nacional e internacional. Ocho personas de nacionalidades española, ucraniana y moldava han sido detenidas como presuntos miembros de esta organización criminal.

La Policía Nacional llegó a la conclusión de que esta red contaba con una capacidad de producción potencial de dos millones de cigarrillos al día en el supuesto de que hiciesen un único turno de ocho horas.

Las investigaciones comenzaron a mediados del pasado año 2021, cuando se tuvo conocimiento de la llegada a España de un camión procedente de países del este de Europa, en cuyo interior transportaba efectos destinados a la fabricación de tabaco ilegal, concretamente máquinas o piezas para el montaje de una planta productora de cigarrillos y el material necesario para su fabricación.

Los agentes intervinieron a la organización criminal un total de 4.600 kilogramos de tabaco de picadura, 400 kilos de strips (hoja troceada y tratada), 573 cajetillas de tabaco de diferentes marcas, un camión, 2.335 euros en efectivo, un arma simulada, dos armas de fuego, munición y diverso material empleado para la fabricación, embalaje y almacenamiento del tabaco.