A lo largo de la historia de la humanidad, vida y muerte han sido fuente de preocupación humana y un tema sustancial dentro de las artes. La dicotomía entre ambas se da cita hasta el próximo 9 de diciembre en la Cripta del Centro de Historias de Zaragoza, en una exposición titulada Vida y muerte. «Son dos conceptos aparentemente antagónicos, pero que están intrínsecamente unidos con temáticas que a todos nos afectan, nos conmueven y es interesante observar la visión desde el punto de vista del arte urbano», ha destacado la concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza Sara Fernández.

Cuatro artistas urbanos (Chikita, Danjer, Peroo y Rdrio), de muy diferentes estilos dentro del panorama artístico, han trabajado de manera conjunta para aunar tatuaje, arte urbano, lettering y arquitectura bajo un mismo nexo: el que da título a la exposición. «Somos cuatro amigos dedicados al mundo creativo. Yo me dedico a la enseñanza artística y también soy tatuadora, Ruth es arquitecta, tenemos ilustradores... Y luego cada uno tenemos un estilo diferente, pero queríamos hacer algo juntos y buscamos una temática que aunase la manera de trabajar de cada uno. Ese tema eran la vida y la muerte», ha explicado Chikita.

Durante mes y medio, estos artistas han trabajado in situ para crear un espacio que invite al espectador a la inmersión de uno de los temas más deliberados de la historia de la humanidad. Este efecto inmersivo se consigue con la puesta en escena de cuatro obras de gran formato, en la que se combinan la madera troquelada, la iluminación y la pintura para crear una atmósfera en tres dimensiones.

Este ambiente más inmersivo se completa con una serie de cuadros de cada autor, que giran en torno a la misma temática y que se disponen de una forma más tradicional en la antesala de la Cripta. En ellos se muestra la continuidad de la una con la otra, pues se muestra las dos caras de la misma moneda como un todo en el que confluyen varios puntos de vista dispares. A través de la obra de estos cuatro artistas, la intención es invitar al espectador a la reflexión acerca de cómo vida y muerte condicionan nuestra existencia.