Con «cabezonería y perseverancia» pero, sobre todo, con la idea muy clara de reivindicar con orgullo un sector, el circo aragonés ha celebrado esta tarde la gala de sus Premios Marcelino Orbés en el Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter de Zaragoza en un acto que ha estado presentado por Mario Cosculluela, director de la cita, y en la que, además, el propio circo aragonés ha demostrado su valía con espectáculos en directo de diferentes compañías.

«Ha sido un año de poca creación nueva pero la verdad es que veníamos con herencia de creaciones interesantes que se hicieron el año pasado», ha relatado Mario Cosculluela antes de que se fueran desvelando los diferentes premios en la gala. Entre los cinco candidatos al reconocimiento más importante del día, el de Mejor espectáculo de circo aragonés, el jurado ha proclamado ganador a Infint, de la compañía Seon, «por su apuesta dentro del circo contemporáneo más arriesgado donde se conjugan múltiples disciplinas».

Uno de los galardones que también es muy cotizado es el de la trayectoria por todo lo que supone. Este ha ido a parar este año a Toño Zarralanga «por su labor en la coordinación y promoción de proyectos vinculados al circo especialmente al clown». La casa del circo ha sido reconocida como la Mejor iniciativa para la promoción del circo de Aragón, un espacio que, precisamente tal y como ha contado el propio Cosculluela, «está atravesando momentos difíciles porque es un espacio privado y se le han caído ingresos porque ha tenido que cancelar cursos y actuaciones».

Con respecto a la situación del sector, Mario Cosculluela cree que precisamente el festival ha contribuido a algo muy importante, la profesionalización: «Tenemos algo de culpa en esa visibilización», ha reivindicado: «Desde que empezamos el festival, teníamos claro que tenía que ser profesional y pagar cachés que era algo que en Aragón ocurría rara vez porque el objetivo era profesionalizar el sector y los premios ayudan a ver que hay propuestas de calidad, que hay gente que trabaja y que esto un oficio. Era algo que la gente del sector ya sabíamos pero que se quedaba ahí». De ahí, que los Premios Marcelino Orbés abarquen varias categorías como la de Mejor número de circo aragonés no superior a 20 minutos. Este año, el reconocido ha sido Fakir Chomón-Kan por su Peliagudo arte y circo al «rescatar el sabor del payaso en el circo más tradicional».

Hoy el circo aragonés está claro que goza de una gran calidad y la gala no es más que el reflejo de esa realidad pero para garantizarse el futuro se necesitan de jóvenes artistas y de «alguien que les empuje a crecer». Y esa es la esencia del premio a Joven promesa que se llevó en la gala de ayer Eduardo Martínez Edu el fuerte, del que el jurado ha valorado «su tesón y forma de riegos así como su búsqueda que, sin duda, ayudará a afianzar, prestigiar y renovar el circo aragonés».

Una gala que ha sido la culminación de un Festival de Circo Ciudad de Zaragoza que se ha estado celebrando a lo largo de esta semana en el Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter que se ha llenado de diferentes espectáculos en una edición de la que toca hacer balance pese a las circunstancias: «Estamos muy contentos -ha señalado Cosculluela-­. Un año más hemos llenado todo el aforo, aunque este año era más fácil con las reducciones impuestas. Aún así, todos los días hemos llenado y, sin duda, la calidad de las propuestas ha hecho que tuvieran muy buena reacción entre el público... pero sí, ha sido un año difícil porque de casi 300 localidades hemos tenido que bajar a 65 y te da la sensación de que la sala está vacía pero todos han salido muy contentos y para los artistas es un lujo el poder estar en el festival». Por eso, dice con orgullo Cosculluela, nunca llegó a plantearse «seriamente tener que suspender el festival, en ningún momento».