Estos días acaba de comenzar la décimo tercera campaña de excavaciones en el yacimiento romano de Los Bañales (Uncastillo). Desde el año 2009 en que comenzaron a realizarse los primeros trabajos, y de forma ininterrumpida, se continúa descubriendo este emplazamiento romano, el más importante de la comarca, por su extensión -unas 27 hectáreas- y por su interés histórico. Los trabajos son fruto del compromiso de los Ayuntamientos de Uncastillo, Biota, Layana, Sádaba y de la comarca de Cinco Villas. Además, se cuenta con la colaboración de varios propietarios de terrenos del yacimiento gracias al que se podrá “seguir trabajando en el barrio norte de la ciudad romana”, dice el director científico del proyecto y director del Diploma en Arqueología de la Universidad de Navarra, Javier Andreu. El experto indica que se trata de un espacio que, en los últimos años, “se ha revelado como uno de los espacios que, en el Aragón Romano, mejor está mostrando la capacidad urbanizadora de Roma por el estado de conservación de la trama urbana”, indica el experto.

Haciendo alusión a los “cardines y decumani, que conformaban el viario urbano, y por la alternancia entre un área productiva y comercial, en la parte septentrional, y otra residencial y de viviendas unifamiliares (domus), en la parte meridional”, apunta el arqueólogo. Además, otro de los objetivos de esta campaña es delimitar la ciudad por el lado norte. En esta zona ya se intervino el año pasado excavando parte de la muralla que “constituyó un escaparate de la ciudad hacia el valle del río Riguel, una construcción, seguramente, de prestigio elevada en época alto-imperial, coincidiendo con el esplendor de la ciudad”, apunta Andreu. Cuando esta intervención termine, a finales del verano, se podrá contemplar “uno de los más impactantes conjuntos del urbanismo romano”, dice el experto. Así, “en este espacio se percibe claramente cómo Roma utilizó el área llana al pie de El Pueyo de Los Bañales para articular una ciudad conforme a los cánones propios de la urbanística romana”, indica el director del proyecto.

Igualmente, gracias a esta excavación se podrá constatar que “existió una puerta de acceso y un gran cardo que conectase las áreas agrícolas del valle del Riguel con esa parte de la ciudad”, argumenta el experto, basándose en los hallazgos llevados a cabo en las campañas del 2011 al 2017, que conforman a este emplazamiento como un floreciente lugar, encauzado hacia la vía romana Caesar Augusta-Beneharnum, “un gran pulmón económico y agrícola enclavado en la fértil vega del Riguel”.

Para llevar a cabo todos estos trabajos, desde el 3 de mayo y hasta el 28 de junio, estarán trabajando en la zona dos arqueólogos, Juan José Bienes e Inmaculada Delage y dos peones especializados en Arqueología, Fernando Casado y Pedro Ultra. Todos ellos capitaneados por Javier Andreu. El 28 de junio dará comienzo la campaña con estudiantes, que se prolongará hasta el 25 de julio. Está previsto ofrecer becas de estudios para participar en la campaña a 20 estudiantes que se seleccionarán entre las más de 180 solicitudes recibidas en estas últimas semanas y que incluyen las llegadas de diversas universidades de Europa (Oxford, Bolonia, Roma, Lisboa) y de España (Zaragoza, Complutense, Autónoma de Madrid, Autónoma de Barcelona, Navarra...). En la tercera semana de junio, además, se realizará un taller de estudio de los conjuntos de pintura mural recuperados en Los Bañales, en el área de la domus -que este año no será objeto de excavación- entre 2017 y 2021 y que ofrecerá una panorámica sobre la decoración de los espacios privados de la ciudad. Los trabajos, en que participarán estudiantes del Diploma en Arqueología de la Universidad de Navarra, serán dirigidos por la profesora de la Universidad de Zaragoza, y experta en pintura mural romana, Lara Iñiguez.