La Diputación de Zaragoza ha ofrecido in extremis a la empresa adjudicataria de la plaza de toros de La Misericordia la posibilidad de celebrar la feria taurina del Pilar reduciendo el canon a cero euros de los 300.000 que están fijados por temporada tal y como había adelantado este diario. Todo, a condición de que la UTE formada por Tauroejea 2009 S. L. y Circuitos Taurinos S. L. programe los nueve festejos que, por contrato, tiene que anunciar en el llamado segundo ciclo de la temporada y que integran la Feria del Pilar.

Seis corridas de toros, una de rejones y dos novilladas es la exigencia inamovible de la institución que haría posible justificar la eliminación del cargo por arriendo, una fórmula legal que, ahora sí, han hallado los servicios jurídicos de la diputación tras meses de un contraste de pareceres entre las partes que ha alcanzado niveles de total incomunicación.

Las contadas gestiones informales sin soporte documental de meses atrás han endurecido al extremo la postura de la empresa hasta el punto de afirmar su administrador único Carlos Zúñiga, que se remite a su último comunicado de 21 de septiembre en el que remitía su oferta de 18 de agosto que contemplaba celebrar cuatro corridas de toros y una novillada picada además diversos festejos populares a cambio de una reducción del canon del 50%. Como quiera que desde el palacio provincial no se produjera reacción alguna a las propuestas de la empresa, Zúñiga, muy determinado, ha tomado la decisión de optar por el absoluto silencio incluso a la hora de pronunciarse en las últimas horas a requerimiento de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.

De tal modo se han tensado las posiciones de las partes que parece que la feria no tiene visos racionales de darse. La imposibilidad de celebrar sueltas de vaquillas por las restricciones impuestas por la administración sanitaria –una de las principales fuentes de ingresos que sostienen los fundamentos económicos del ciclo–, aboca a una aventura que la empresa no está dispuesta a afrontar.

La limitación del aforo que se determinara en las fechas de la feria también es una incógnita. Y la presencia de la televisión (otra fuente de ingresos determinante) estaría por todas estas circunstancias en el aire. Difícil pues encontrar un equilibrio económico de viabilidad desde el punto de vista de Zúñiga.

La diputación, que final y sorpresivamente ha flexibilizado su postura atendiendo a «los perjuicios que una nueva suspensión de la feria taurina del Pilar seguiría teniendo en la hostelería y en otros sectores económicos», ha fijado sus límites en los nueve festejos.

Así las cosas, si la situación no da un giro total de ultimísima hora –cosa poco probable– la plaza de toros de La Misericordia no abrirá sus puertas durante el próximo mes de octubre acumulando ya dos ferias taurinas en blanco, hecho insólito en la historia del más que bicentenario coso.