Burundi es un país centroafricano que pocas veces aparece en los medios de comunicación occidentales. Un documental, Voiceless, codirigido por el aragonés Víctor Villavieja, saca a la luz el genocidio ocurrido en este país africano y las consecuencias que todavía supone para la población, incluidos aquellos que tuvieron que huir de su tierra. El documental se preestrena el 21 de octubre en los cines Renoir, en Madrid.

«Toda esta historia comienza con unas prácticas en un periódico estadounidense», recuerda Villavieja, que empezó a investigar sobre su amigo burundés Lievin Manisha para hacerse con un hueco en la prensa local estadounidense. La historia de Manisha impactó tanto al aragonés que, desde la primera entrevista, «tuve claro que se podía hacer algo más grande, como un documental». Tras ponerse en contacto con el codirector Martín Soto, se lanzaron a la aventura: «Viajamos a Estados Unidos para comenzar con la película sin entrevistas cerradas, solo teníamos seguro al propio Lievin».

Ante las dificultades para conocer qué sucede en Burundi, Villavieja y su equipo optaron por contactar con algunos españoles que habían pasado algún tiempo en el país africano. Los periodistas Alfonso Armada o Gervasio Sánchez son algunas de esas voces autorizadas que acudieron a Burundi. «Lo más curioso es que ambos fueron a Burundi porque primero fueron a cubrir el genocidio de Ruanda», explica Villavieja, que lamenta la falta de atención sobre el país que protagoniza su documental: «Lo de Ruanda sucedió en 1994 y el genocidio de Burundi a finales de 1993; todos sabemos qué algo pasó en Ruanda y muy pocos conocen lo que pasó en Burundi».

La difícil situación que todavía atraviesa la república africana dificultó, incluso, el trabajo de estos dos jóvenes periodistas españoles. «Para grabar en Burundi, tuvimos que externalizar el trabajo, porque ya éramos conocidos en el país por querer contar lo que sucede allí de verdad», narra Villavieja.

El atrevimiento para contar lo sucedido en Burundi los llevó a recorrer Estados Unidos, Francia, España, Canadá y Alemania. Un viaje, largo, que finaliza en Nueva York, donde Lievin «tuvo la oportunidad de comparecer en las Naciones Unidas, para denunciar la violación de los derechos humanos que se sufre a diario en Burundi».

El documental, para su creador, mantiene una clara línea reivindicativa: «El objetivo principal del reportaje es dar a conocer a todo el mundo la realidad desconocida que existe en Burundi». Con la vista puesta en la denuncia internacional, «a través de una reconstrucción histórica», Villavieja es optimista con el futuro del documental: «Podemos lograr nuestro objetivo». Por lo pronto, tras su preestreno en Madrid, Voiceless llegará a las salas zaragozanas en la primera quincena de noviembre.