El Matarraña deslumbra una vez más con su belleza a través de Bienvenidos a Edén, el último éxito español de Netflix. La serie, que se estrenó el 6 de mayo, ha finalizado hace tan solo unos días el rodaje de su segunda temporada en diferentes enclaves de la comarca, entre ellos, la singular estructura circular de Solo Houses, en Cretas. Según las estimaciones de la Aragón Film Commission, esta producción ha dejado en el territorio algo más de 1,1 millones.

El equipo de producción, que ha contado con el respaldo de la Aragón Film Commission y la Teruel Film Commission, ha necesitado alojamientos, servicio de catering y hostelería, figurantes, alquiler de naves, seguridad y diferentes técnicos de montaje y localizaciones. Precisamente, es la espectacularidad del paisaje del Matarraña y las construcciones singulares de Solo Houses las que han seducido a los responsables de Bienvenidos a Edén.

Solo Houses, un enclave único

La casa circular de Solo Houses es uno de los grandes atractivos de la comarca para todo tipo de producciones audiovisuales, desde las ficciones hasta la publicidad, los videoclips o las sesiones de fotografía. Este edificio nació como una experiencia arquitectónica experimental en la localidad de Cretas y, como explica la directora de este espacio, Julia Cajaraville, en Bienvenidos a Edén, estas construcciones “se integran en la narrativa de la historia y dotan de sentido a todo lo que está pasando”.

“Las casas son súper singulares y muy especiales. En la serie es como un personaje más. Es importante que vengan rodajes de este tipo porque le dan una nueva vida a las casas y la ficción ayuda a toda su arquitectura”, subraya Cajaraville sobre este emblemático lugar cuyo alquiler está abierto a todos los públicos.

Por su parte, la presidenta en funciones de la comarca del Matarraña, Carmen Agud Aparicio, destaca la importancia del trabajo previo realizado para buscar y catalogar localizaciones susceptibles de convertirse en escenario para películas, series y publicidad en los dieciocho pueblos de la zona. “La comarca, además, ha servido de enlace entre los promotores de la serie, las empresas y las gentes que trabajan. Se ha creado un impulso económico”, agrega.

Varias décadas de rodajes

En estos noventa días de rodaje han participado más de 250 personas, entre ellos, 80 jóvenes como figurantes. Para organizar a este equipo, Jorge López, teniente alcalde de Fórnoles, ha llevado a cabo la función de coordinador. Desde la productora, solicitaron apoyo a los ayuntamientos de los pueblos para la búsqueda de la figuración “porque era un rango de edad complicado” y 65 días de rodaje. “Nos desvivimos por buscar un grupo joven, de entre 18 y 30 años. Este año ha venido gente nueva de Tortosa, Reus, Valderrobres, Calanda, Alcañiz… Ha sido una aventura”, confiesa López, que además apunta a la implicación de los habitantes de la zona como “factor clave”. “Cuando aterriza una productora a través de la Teruel Film Commission, hay que desvivirse porque no todos los días se tiene una oportunidad como esta”, admite.

En este sentido, la presidenta en funciones de la comarca del Matarraña también recuerda otros largometrajes rodados en la zona, como Libertarias o La vida aquí, con los que están “encantados” porque han servido para potenciar el patrimonio natural de la zona y hacer que los equipos de trabajo “se queden en el territorio”. “La belleza de nuestra naturaleza y las gentes del Matarraña tienen una idiosincrasia especial. Somos frontera entre otras comunidades y la naturaleza es el recurso más importante que tenemos”, concluye.

Sobre la Aragón Film Commission

La Aragón Film Commission es un servicio público desarrollado por la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión (CARTV) a través de una encomienda de gestión del Gobierno de Aragón. Su objetivo es ser la casa del cine en Aragón, atraer rodajes a la comunidad y dinamizar el sector audiovisual.