El derbi en San Miguel acabó con reparto de puntos entre dos equipos que se conocen mucho, y donde las tácticas se impusieron al patrón de juego de cada equipo.

El Casetas dominó, intentando imponerse a su oponente de todas las formas. Pero el sistema montado por Juan Carlos Beltrán, a base de tener adelantada la defensa y presionar mucho en el centro del campo, hacía que se ahogara el juego casetero y que los delanteros no llegasen con fluidez ni peligro. Las ocasiones de gol fueron escasas y, conforme transcurría el tiempo, se iba igualando en todo.

Los dos goles llegaron desde los once metros y en la primera mitad: ambos equipos estrellaron sendos balones en los postes, el árbitro sacó cinco tarjetas a cada equipo y los dos porteros fueron las figuras porque no intervinieron mucho, pero lo hicieron de forma brillante. Las más destacadas la de Toño en el minuto 44, al salvar un gol cantado de Alfredo y la de Herrera, en el tiempo añadido, tras un disparo de Trullén.

Ligero traspiés del Casetas, que deja escapar dos puntos aunque ganó en amistades vecinales. Bona fue el jugador más destacado, y el Figueruelas coge oxígeno con este justo empate.