El tópico de la pesca como una práctica tranquila y reposada tiene una clara excepción con el black bass, una especie exigente con los aficionados, que se resiste a su captura y obliga a sus perseguidores a acechar a su presa. Los espectaculares señuelos que se usan, además, permiten contemplar de forma nítida la lucha entre el pez y el hombre, ya que son de superficie.

Los pescadores aragoneses saben bien de los esfuerzos y la emoción que conlleva la pesca del black bass --también conocido como perca americana--, ya que Aragón cuenta con un excelente escenario para su pesca: el Mar de Aragón, en Caspe, donde todos los años se dan cita los mejores especialistas en black bass de todo el mundo, con el Internacional Caspe Bass.

Sin embargo, los aficionados a las emociones fuertes en pesca tuvieron el pasado fin de semana un buen aperitivo con la celebración de la primera manga del Campeonato de Aragón de black bass, que tuvo lugar en Ribarroja.

A esta primera prueba del campeonato concurrieron quince parejas de pescadores, de las que la formada por Jordi y Marcelino Torres se impuso finalmente. "De la prueba, lo más destacable fue la buena organización", señaló Víctor Otal, presidente del comité de black bass de la Federación Aragonesa de Pesca y Cásting. "Hay que felicitar a la Sociedad de Pescadores Reixaga, de Fayón, ya que todo funcionó a la perfección".

Participantes de calidad

En el plano deportivo, esta prueba también concluyó con balance positivo. "Aunque por el número final de capturas parece que no se pescó mucho", indicó Otal, "todavía se esperaba menos". El presidente del comité explicó que las expectativas no se presentaban halagüeñas: "Hace una semana estuvimos en Ribarroja, y nos dijeron que no habían pescado ni un sólo black bass". Las capturas de este fin de semana, prosiguió Otal, "indican la calidad de los participantes en este campeonato".

Pero si el número total de piezas no fue espectacular, sí que lo fue el mayor black bass capturado: 3,455 kilos, lo que supone el récord de peso para una perca americana en el embalse de Ribarroja, y la segunda mayor pieza conseguida en toda la historia de los campeonatos de Aragón de esta modalidad. Jordi Torres fue el deportista que la pescó, aunque el presidente de la Federación Aragonesa de Pesca, Ramón Rodríguez, precisó: "Además de esta captura, se pescaron más de cinco piezas que superaron los 2,200 kilos, lo que significa que Ribarroja muestra señales de recuperación".

La evolución de los escenarios aragoneses para la pesca del black bass ha tenido una gran evolución desde que se introdujo esta modalidad, hace aproximadamente 15 años. Aragón sigue contando con buenos lugares, como el del Mar de Aragón --"un escenario mítico", según señaló Víctor Otal-- o el propio embalse de Ribarroja, pero la población de la especie ha sufrido un retroceso. Otal indicó tres causas fundamentales: "Su repoblación es ilegal desde hace años; falta un servicio de guardería y, además, sufren la plaga de los cormoranes, que se comen los ejemplares pequeños".