La junta directiva del Forcusa Huesca decidió ayer guardar silencio y no tomar una decisión sobre una sanción a Pistolesi tras los incidentes que el francés protagonizó al término del partido contra el Pilotes Posadas, cuando, como refleja el acta, subió a la grada y se enfrentó a un aficionado vigués. El incidente terminó con un intercambio de denuncias en la comisaría, a la espera de la sanción que decida el Comité de Competición de la federación, que se reúne mañana. La pena podría ser de dos a cuatro años si se considera muy grave y de cuatro partidos a nueve meses si es grave. Pistolesi se disculpó a los árbitros después de la acción.

El silencio del Forcusa se debe al interés del club por centrar la atención en el partido del sábado ante el Anaitasuna, aunque la junta tomará una decisión el próximo lunes, cuando ya se conozca el fallo federativo. No se descarta que Pistolesi, que ya estaba bajo sospecha por su bajo rendimiento y cuya acción ha causado el desagrado de los dirigentes, sea despedido.