Ron Dennis y Martin Whitmarsh, máximos responsables del equipo McLaren-Mercedes, seguirán negociando con Flavio Briatore y la firma Renault hasta este jueves, pero todo parece indicar que la negativa que el millonario italiano, responsable de la escudería francesa, le dio, el pasado viernes, en Montecarlo, al propio Whitmarsh se mantendrá hasta última hora. Renault no piensa liberar a su bicampeón del mundo del contrato que le liga hasta el próximo 31 de diciembre para que pueda probar el McLaren, monoplaza con el que correrá, al menos, los tres próximos campeonatos de F-1.

El mundo de la F-1 se citó, el viernes, en el Sporting Club de Mónaco, donde se entregaron los máximos galardones de la temporada, en los que tanto Briatore como Alonso se convirtieron en los dos grandes protagonistas de la fiesta. Tanto que Alonso, vestido con un impecable smoking y pajarita, estuvo acompañado de su novia Raquel del Rosario, también vestida de gala. Esa era, en teoría, la noche en la que el hábil Whitmarsh debía de lograr, tras obsequiar a Briatore con dos botellas de champán ("esperemos que sean suficientes", llegó a bromear a principios de semana el director ejecutivo de McLaren), la necesaria autorización para que Alonso se presentase, el próximo miércoles, en el Jerez.

Hay quien cree que en la conversación entre Briatore y Whitmarsh se habló, incluso, de la compensación económica que podía recibir Renault en caso de liberar a Alonso. Por otra parte, el finlandés Mika Hakkinen, bicampeón del mundo, aseguró ayer que Alonso repetirá título con su exequipo. "La gente ve a Fernando y parece que ganar es fácil pero es muy, muy complicado. Fernando es el campeón y, en el 2007, pilotará para el mejor equipo. Eso le convierte en el favorito. Le veo ganando otra vez", sentenció Hakkinen.