En el camino hacia el que puede ser su tercer Mundial, Cristiano Ronaldo ha evitado a la Francia de Ribéry, pero se ha topado con el líder de Suecia, Zlatan Ibrahimovic, en un duelo destinado a marcar la repesca que se jugará 15 y 19 de noviembre por una de las cuatro plazas aún vacantes en la zona europea con vistas al Mundial de Brasil. "Portugal es favorita, pero serán dos finales", augura el delantero del París Saint Germain, que disputó su último Mundial en el 2006, ya que Suecia no se clasificó para Sudáfrica (2010). El resto de enfrentamientos serán: Ucrania-Francia, Grecia-Rumanía e Islandia-Croacia.

Ronaldo no quiere volver a llorar. Lo hizo en su última aparición con la selección de Portugal en la semifinal de la Eurocopa de Polonia y Ucrania del 2012 ante La Roja, en los penaltis. Antes de que Cristiano pudiera lanzar su pena máxima, el combinado de Paulo Bento ya había dicho adiós al sueño de jugar la final. Ahora, Cristiano tendrá que hilar fino si quiere mantener su hoja de servicios con Portugal, que dice que desde que debutó con la selección ha jugado todos los torneos: las Eurocopas del 2004, 2008 y 2012, y los Mundiales del 2006 y 2010.

Para el del 2014 tendrá que jugar una muerte súbita contra una gran especialista en derribar grandes muros, como es Ibrahimovic. La estrella sueca tiene peor pedigrí que el astro del Madrid. Zlatan no pasó de octavos en el Mundial de Corea y Japón del 2002, lo mismo que cuatro años después en la cita mundialista de Alemania. Después de no lograr la clasificación para Sudáfrica, el delantero quiere volver. "El que menos falle irá al Mundial. Serán dos partidos fantásticos".