El goleador de los Cárpatos

Florin Andone llegó a Vinaroz (Castellón) con doce años. Lo hizo desde Rumanía y junto con su familia para mejorar sus condiciones de vida. Hoy, poco más de diez años después, el atacante es uno de los puntales del Córdoba y el cuarto máximo goleador de Segunda División con once tantos.

Se puede decir que su carrera deportiva, hasta ahora, ha sido meteórica. El jugador rumano comenzó a jugar en el Vinaroz, donde llamó la atención del Castellón, que lo incorporó de manera inmediata. En el conjunto albinegro tan solo duró una temporada, ya que pasó a formar parte de las categorías inferiores del Villarreal. Con el segundo equipo del submarino amarillo apenas disfrutó de minutos en Segunda División B.

Tuvo que ser cedido al Atlético Baleares, siendo en las Islas donde se destapó como un peligroso delantero centro, a la vez que explotaba su faceta goleadora, sumando once tantos en 34 partidos. El Córdoba se fijó en su proyección de cara al futuro y en julio del 2014 decidió lanzarse a contratarle para el filial.

Ni siquiera empezó a jugar de manera continua hasta noviembre del mismo año cuando, tan solo un mes después, debutó con Djukic en Copa frente al Granada, anotando su primer gol. Diez días más tarde también se estrenó en Liga frente al equipo nazarí y, al igual que en Copa, lo hizo marcando. Desde entonces, su progresión ha sido fulgurante, convirtiéndose en el máximo exponente del Córdoba.

Campaña extraordinaria

El delantero de los Cárpatos está viviendo una temporada fantástica. Aparte de acumular once goles en sus alforjas, destaca por ser un delantero luchador, que desgasta a las defensas rivales y no falla cuando tiene una oportunidad clara de gol. Además, logró clasificarse con Rumanía para la Eurocopa de Francia, lo que, en el caso de ser convocado, se perdería como mínimo los dos últimos partidos ligueros y un posible playoff de ascenso.