Manolo Sanlúcar ya no es técnico del CD Ebro. El entrenador, tras dos temporadas en el banquillo del conjunto arlequinado, considera que «ha terminado el ciclo y es momento de que cada uno siga su camino, pero seguimos queriéndonos mucho», asegura el preparador. No lo ha tenido fácil en el equipo, ya que la pasada campaña se quedaron «cortados por la pandemia» cuando considera que estaban «en el mejor momento». 

Y este curso el Ebro ha hecho frente a un formato diferente de la competición «con el amargor de hacer un equipo nuevo en un periodo muy corto, porque lo importante se jugaba en 18 partidos». Así lo explica Sanlúcar, ya que, aunque confiesa que cuando confeccionaron la plantilla no tenían en mente el ascenso, después sí se convirtió en el objetivo. «Primero había que ver qué equipo podíamos montar, el presupuesto había bajado», recuerda el andaluz y añade que todo cambió cuando vieron que el conjunto «no bajaba de los tres o cuatro primeros puestos» de la clasificación.

«Viendo eso sí queríamos ascender, incluso creo que hubo una pequeña decepción. El equipo notó el palo de no haberlo logrado», explica, el técnico, que vio que la meta se escapaba ya en la primera fase. En la segunda era muy complicado compartiendo grupo con lo dos que finalmente consiguieron la plaza en Segunda B Pro, el Racing de Santander y el Real Unión de Irún. «Hubo dos o tres partidos que fueron determinantes para no conseguir ese punto que nos podría haber hecho ascender», apostilla en referencia al encuentro contra el Aro en el Pedro Sancho, el que afrontaron en tierras navarras frente al Tudelano y el derbi zaragozano ante el Tarazona en casa. «Son dos o tres detalles que no nos han dejado conseguir el ascenso», insiste.

A pesar de estas dificultades se llevará buen recuerdo de su paso por el club. Se va «muy contento con todo el mundo» porque, a nivel personal, asegura que esta experiencia ha sido «inmejorable». «Todas las expectativas que pudiese tener sobre el Ebro las han superado», asegura y afirma que ha trabajado «súper a gusto con todo el mundo» . «Me he encontrado genial todo este tiempo a pesar de estar tan lejos de casa», confiesa.

Ahora los caminos se separan y ambos, club y entrenador, tendrán que buscar nuevos proyectos para la próxima temporada. Sanlúcar quiere ahora «desconectar un poco» porque ha sido «una temporada con un calendario muy apretado y mucha exigencia en poco tiempo». A partir de allí, asegura que va a «esperar nuevos proyectos que puedan venir» y que para estos va a «estar preparado». «Con el club nos damos las gracias mutuamente porque ellos me han hecho ser mejor entrenador que cuando llegué y yo también les he aportado mi trabajo», concluye el entrenador andaluz.