La Asociación Probio, que defiende el uso de la biotecnología, presentó ayer en el marco de FIMA un manifiesto en el que pide la apertura a las tecnologías agrarias "vetadas" en la Unión Europea para poder competir en igualdad que el resto de países. Asimismo, plantearon poder cultivar en España las semillas que la legislación permite traer del extranjero y que las alternativas tecnológicas son indispensables, porque mientras los precios agrarios han caído drásticamente, el coste de los fertilizantes o la energía sigue alto.

En la misma jornada, el consejero de Agricultura, Gonzalo Arguilé, destacó el importante alcance que puede tener la biotecnología en la alimentación. "Nos permite incrementar la producción y evitar abusos en el medio natural. Quedarse atrás en los avances que ofrece esta ciencia es renunciar a estar en el grupo de países desarrollados", dijo.