Las tiendas Happy Pills llevan años endulzando la vida de los españoles. Sin embargo, desde el pasado fin de semana los productos de esta firma se venden también a más de 9.600 kilómetros de distancia: la empresa ha abierto su primera tienda en el exterior en Seúl, la capital de Corea del Sur. La firma planea abrir hasta 35 tiendas en dicho país e implantarse en otros territorios asiáticos y europeos.

"Tenemos siete tiendas, cinco en Barcelona, una en Zaragoza (en Puerto Venecia) y otra en Madrid; y en el 2014 facturamos 1,5 millones, en línea con el anterior. Pero nos cuesta crecer porque somos una empresa pequeña. Vendemos golosinas, y para que nos salgan las cuentas hay que vender muchos kilos", explica el director general de la empresa, Domingo Ojeda.

Desde hace ya bastante tiempo se dieron cuenta de que el público foráneo no solo valora que el producto, la golosina, sea barato, sino que está dispuesto a pagar un poco más precisamente por el otro "punto fuerte" de Happy Pills: el diseño y la originalidad. Es por ello que Ojeda afirma que su mercado "está ahora mismo más fuera de España que dentro", y más después de que varios empresarios de otros países contactaran con él para ver si podían licenciar el concepto para abrir tiendas Happy Pills en sus países.

Este año es cuando han decidido que era el momento de probar suerte. Uno de los que se había interesado por la marca era el empresario surcoreano Min Hyung Joon (con negocios en el sector del cine y la TV), que había venido tres veces a España para convencerles. Y finalmente han decidido concederle la masterfranquicia en la zona por cinco años, tiempo en la que planea abrir 35 tiendas en Corea del Sur. El mismo empresario quiere abrir tiendas en Japón, y Ojeda revela propuestas de Estados Unidos y de países europeos, donde también crecerían usando el modelo de franquicias, sin olvidar que Madrid, Palma y "alguna otra ciudad española" siguen en el punto de mira.