El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, advirtió ayer a ETA de que los fiscales continuarán aplicando la ley, a pesar de la declaración de tregua decretada por la organización terrorista el pasado 22 de marzo. Además, el fiscal, en el solemne acto de apertura de tribunales que presidió el Rey, pidió "prudencia, cautela y paciencia" ante este proceso de paz.

El fiscal recordó, en su discurso, que el terrorismo ha constituido la "más grave preocupación" de los ciudadanos durante las últimas décadas. Por ello, explicó que el Estado de derecho se empleó a fondo, durante ese periodo, para lograr "la derrota de los criminales y la preservación de la democracia".

Sin embargo, el fiscal del Estado, a pesar del cambio de escenario tras la declaración del alto el fuego decretado por ETA el pasado mes de marzo, se negó a lanzar las campanas al vuelo, aunque han pasado tres años sin atentados terroristas. Por este motivo, aseguró que el proceso de paz "exige cautela, paciencia y prudencia".

También aclaró que "la legítima esperanza de un final definitivo" no afectará al afán "cotidiano" de la fiscalía de defender el Estado de derecho , "lo que para el fiscal significa sencillamente aplicar la ley, expresión de la voluntad popular".

Conde-Pumpido expuso en su discurso las cifras de la actuación de la fiscalía frente a ETA. En los años 2004 y 2005, la Audiencia Nacional ha dictado 305 condenas y en los primeros seis meses de este año ha logrado otras 38 sentencias condenatorias y ha presentado 53 escritos de acusación contra un total de 128 imputados. Para el fiscal general el mensaje es claro: "Con toda la esperanza depositada en la paz ni dudas ni vacilaciones en la persecución del crimen".

RETRASO DEL DIÁLOGO Mientras, el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, acusó a ETA de haber provocado en las últimas semanas "el retraso" del diálogo previsto con el Gobierno, y precisó que lo ha hecho para "condicionar al máximo" las conversaciones entre los partidos. En una entrevista en la radio pública vasca, Imaz sugirió que los últimos acontecimientos demuestran que dentro de ETA, y también de la izquierda aberzale, existe cierto "vértigo" a dejar de contar con "esa fuerza adicional" que da la violencia.