La asunción por parte del juez Pablo Ruz de los denominados papeles de Bárcenas unifica en parte el frente judicial del caso, aunque no impedirá que otros dos aspectos colaterales --la responsabilidad de la publicación y las cuitas laborales entre Bárcenas y el PP-- sigan su propio camino en los tribunales.

Después de la decisión del miércoles de la sala Tercera de la Audiencia Nacional, resolviendo en favor de Ruz el conflicto de competencias con Javier Gómez Bermúdez, este último deberá ceder las diligencias relativas a la querella presentada por IU y varias asociaciones y colectivos contra Luis Bárcenas, el también extesorero del PP Álvaro Lapuerta, los exdirigentes del PP Rodrigo Rato, Ángel Acebes y Federico Trillo, así como ocho empresarios.

Antes, Ruz ya había asumido la causa abierta a raíz de una denuncia presentada por el sindicato Manos Limpias contra el extesorero popular por un delito contra la Hacienda pública, falsedad documental y alzamiento de bienes.

Otros flancos

Hay un segundo frente judicial en relación con los papeles de Bárcenas: se trata de la demanda por vulneración del derecho al honor interpuesta por el Partido Popular contra El País y quien se determine que es el autor de esos apuntes contables manuscritos que publicó el diario el 31 de enero.

Además, en la Audiencia Provincial de Madrid se estudia la apelación de la exministra Ana Palacio, una vez que el juzgado número 38 de la capital no admitiera a trámite la demanda que presentó por injurias, falsedad documental y cohecho.

Tercer flanco: el extesorero del PP demandó al partido por despido improcedente y por haber accedido sin permiso al despacho que asegura que mantenía en la sede de la calle Génova, así como por el robo de dos ordenadores que tenía allí. Luis Bárcenas sostiene que siguió trabajando como asesor del PP hasta el 31 de enero de este mismo año, fecha en la que asegura que fue dado de baja sin su consentimiento y que coincide con la publicación en El País de la supuesta contabilidad B del partido.

El PP ha negado en todo momento esa versión y ha insistido en que la relación laboral con Bárcenas finalizó en el 2010, tras su imputación en el caso Gürtel. Después de que acabase sin acuerdo un acto de conciliación entre las partes, Luis Bárcenas demandó al PP ante el juzgado de lo Social número 16 de Madrid y reclamó una indemnización de más de 900.000 euros.