Caso Pegasus

Aragonès, sobre su espionaje: "Es grave si Sánchez lo desconocía, y peor si tenía conocimiento de ello"

El ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha negado la mayor, además de subrayar que el actual gobierno no ha autorizado las escuchas a Aragonès

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. / David Borrat / EFE

Sara González

El espionaje con el programa Pegasus a Pere Aragonès por parte del CNI tensa la cuerda con el Gobierno de Pedro Sánchez, aunque sin que por ahora estén en riesgo los puentes de negociación entre ambos ejecutivos a las puertas de la aprobación de la ley de amnistía. Después de que haya transcendido que el motivo para pinchar el teléfono del president es la sospecha de que él llevaba la batuta de las actuaciones de los CDR, el jefe de la Generalitat ha exigido a la Moncloa que "se aclare", que diga "toda la verdad" y muestre su voluntad de "llegar hasta el final" de la investigación. "Es grave si Pedro Sánchez lo desconocía, y peor si tenía conocimiento de ello", ha espetado. Este viernes, declaró ante el juez la exdirectora del CNI Paz Esteban en un clima de tensión entre las partes en litigio.

En las últimas horas, sobrevuela la pregunta sobre si el Gobierno estaba o no al corriente de las escuchas a Aragonès en distintos momentos entre julio de 2018 y enero de 2020 y si ha habido o no una intencionalidad política detrás o bien una actuación unilateral del servicio de los servicios de inteligencia. El ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha negado la mayor, además de subrayar que el actual gobierno no ha autorizado las escuchas a Aragonès. Sin embargo, la desconfianza por parte de los republicanos, que son parte indispensable para sostener la mayoría de la legislatura de Sánchez, persiste.

El president ha insistido en la "gravedad" de que no supieran que estaba siendo espiado porque el Gobierno "debe estar informado de lo que hacen sus servicios secretos". Pero aún ha lanzado una conjetura más: "Si lo sabían, estarían avalando el espionaje a personas por defender sus ideas políticas". Algunas de las fechas en que su teléfono estuvo intervenido coinciden con episodios de negociación entre ERC y el PSOE para la investidura de Sánchez y la confección de la mesa de diálogo. Es por ello que, tras haber tachado de "propios de Mortadelo y Filemón" los motivos esgrimidos para espiarle, Aragonès eleva el tono para pedir explicaciones a la Moncloa y exige "colaboración" con la justicia con la desclasificación de todos los documentos.

Sin romper puentes

No obstante, el Govern anda con pies de plomo y no tiene ninguna intención de dar un giro en su apuesta por la negociación con el PSOE para avanzar hacia la amnistía y la consecución de un referéndum. Por ahora, por ejemplo, se ha esquivado pedir la dimisión de la ministra de Defensa, Margarita Robles, como sí hizo en la primavera de 2022, cuando estalló el caso y se dinamitaron temporalmente los puentes de interlocución entre ambos gobiernos. La relación se recondujo con el único cese de Esteban, mientras que Robles, de quien dependen los servicios de inteligencia, ha repetido en esta legislatura en el cargo.

Y es que esta vez la polémica se reaviva en plena negociación de la ley de amnistía, que previsiblemente el Congreso aprobará el próximo martes en plena polémica por las actuaciones del juez García Castellón que pueden dejar el caso de Tsunami Democràtic, y, por lo tanto, a Carles Puigdemont y Marta Rovira, fuera de la amnistía. Sin embargo, Aragonès ha defendido que la ley pactada es lo "suficientemente robusta" para escapar de sus garras "sesgadas".