El Periódico de Aragón

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FERIA TAURINA

Histórico Diego Ventura, cuatro orejas y un rabo

Rui Fernandes obtiene un trofeo y el aragonés Mario Pérez Langa le iguala

Diego Ventura se desplanta ante su primer toro, a punto de doblar. JONATAN BERNAD

El idilio entre el rejoneador Diego Ventura y Zaragoza ha ido este domingo un paso más allá sobre el ruedo de La Misericordia. El portugués afincado en Sevilla ha cortado las dos orejas a su primer toro y un rabo en el quinto desatando la locura ante un público entregadísimo que casi ha llenado el coso. La mejor entrada después del 'no hay billetes' del viernes con Morante, Urdiales y Talavante.

La corrida anunciada de Ángel Sánchez y Sánchez fue remendada con tres toros de Los Espartales. Otra vez, problemas en los corrales, hasta en la de rejones.

Muy pobretones de presencia y con romanas por debajo de los 500 kilos, algunos de ellos no cumplían los estándares mínimos del decoro que exige esta feria.

Pero al público, con un nivel de exigencia alejadísimo de lo que Zaragoza fue, le dio todo igual.

Ventura, virtual triunfador del ciclo, arrasó, Rui Fernandes cortó cupón y Mario Pérez Langa, que trajo tras de sí un buen número de seguidores (un mérito), anduvo perdido por desesperado.

Salió desbocado tras el mazazo de Ventura, tanto que fue alcanzado de modo frontal su caballo 'Capricho' al que se le adivinó una cornada interna. También tropezó el toro a 'Íscar', 'Garibaldi' y 'Brasil'. Descabalgado, la suerte quiso que solo por centímetros su cabeza no impactara contra el estribo.

Las miradas puestas en Diego Ventura

Rui Fernandes, suficiente y con oficio, cortó su oreja con facilidad al primero y su labor fue más trabajosa en su segundo.

Mientras, todas las miradas iban dirigidas a Diego Ventura. Arrollador en su primero, volcánico y espectacular se superó con creces en el quinto. Primero de salida al clavar montando a 'Campina', una yegua luso-árabe de gran elasticidad.

El toro se quedó ideal para hacerle todas las suertes. Montando a 'Fabuloso' aquello ya se lanzó cosiendo al toro a la grupa en desplazamientos a dos pistas y cambios de mano que resultaron auténticos muletazos.

El toro, cogido con alfileres, se derrumbó hasta dos veces pero Ventura apostó por sacar a 'Bronce', bayo lusitano de 12 años que fue al toro hasta sin cabezada.

El rejonazo final desató la petición apabullante del público que, no contento con las dos orejas, insistió hasta que la presidenta Carolina Chaves mostró el tercer pañuelo. 

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