Dos manifestaciones opuestas de chavistas y opositores tensaron ayer al máximo la crisis política en Venezuela, en el sexto día de huelga general y tras el tiroteo que dejó cinco muertos y 30 heridos de bala en la caraqueña plaza de Altamira. La oposición venezolana marchó anoche por la capital con prendas negras, velas y banderas a media asta, en la primera de las tres jornadas de "luto nacional activo".

Los seguidores del presidente Hugo Chávez no cambiaron el ánimo festivo de la prevista manifestación que se dirigió con petardos y cohetes hacia el palacio de Miraflores, donde el jefe del Estado tenía previsto pronunciar un discurso.

Los enlutados antichavistas se concentraron cerca de la sede de Petróleos de Venezuela (PDVSA), en el barrio de Chuao, para marchar en silencio por el centro de Caracas y celebrar un oficio religioso. Al mismo tiempo, empresarios, sindicalistas y opositores agrupados en la Coordinadora Democrática tildaron a Chávez de "demente, criminal y asesino", y decidieron "radicalizar" su postura después de una semana de huelga general.

El gobernante se declaró "conmovido por los lamentables y tristes hechos", que no dejaban de recordarle los del 11 de abril pasado, seguidos de un golpe de Estado que le apartó dos días del poder. Chávez manifestó que la ofensiva opositora de estos días "tiene el mismo formato" que la que se dio hace ocho meses y que también entonces, cuando se registraron 19 muertos, "salieron de inmediato a acusar al presidente de asesino".

PISTOLEROS Y FRANCOTIRADORES La fiscal venezolana Theresly Malavé elevó a cinco los muertos y a 29 los heridos de bala que hubo en el tiroteo registrado en la plaza de la Libertad, un bastión antichavista, el viernes por la noche. Una anciana, una adolescente, un profesor universitario y otras dos personas cuya identidad no reveló la fiscal murieron bajo las ráfagas de varios pistoleros y francotiradores.

La oposición esgrimió a través de sus medios de comunicación dos grabaciones en las que un alcalde chavista ordenaba hostigar a manifestantes opositores --el día anterior-- y un militar afirmaba que Chávez iba a "aprovechar lo de la plaza" para sacar el Ejército a la calle.

Pero los autores del atentado, salvo dos detenidos en la plaza que farfullaron incoherencias, eran tan desconocidos como lo siguen siendo los francotiradores que iniciaron el tiroteo del 11 de abril.

GESTIONES El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, desarrolla desesperadas gestiones para volver a sentar al Gobierno y la oposición en la infructuosa mesa del diálogo, como única forma de hallar una salida a la crisis. Las negociaciones fueron suspendidas el 30 de noviembre.