Los equipos de desarme de la ONU intensificaron ayer sus inspecciones, con la visita a 12 lugares susceptibles de albergar armas prohibidas y con la promesa de Estados Unidos de darles información sobre los lugares dónde se almacenan los supuestos arsenales. Mientras, el alto mando militar estadounidense señaló ayer que sus fuerzas en el golfo Pérsico, que irán aumentado progresivamente en las próximas semanas, estarán preparadas para lanzar un ataque cuando reciban la orden.

En respuesta al requerimiento del inspector jefe de los equipos de inspectores de la ONU, Hans Blix, que pidió a Washington y Londres que faciliten la información reservada de la que disponen sobre los arsenales iraquís, fuentes oficiales estadounidenses señalaron que van a compartir los datos de los que disponen "para ayudar a su trabajo" a los inspectores de la Comisión de Control, Verificación e Inspección de la ONU (Unmovic). Las mismas fuentes adelantaron que la información dará indicaciones sobre unos seis o más lugares en los que la inteligencia estadounidense tiene sospechas de que Irak "esconde armas químicas o elementos para su producción", informa Reuters.

DOCE VISITAS Con esta perspectiva, los expertos en desarme visitaron ayer 12 lugares, en Bagdad y sus alrededores y en Samarra, a 110 kilómetros al norte de la capital. Entre otros, los inspectores estuvieron en unidades militares especializadas en la fabricación de misiles y en instalaciones especializadas en productos farmacéuticos, según un responsable iraquí.

Con la crisis iraquí y el temor a una inminente guerra como telón de fondo, ayer empezó en Qatar la XXIII cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG), que hizo un llamamiento a la comunidad internacional a encontrar una salida pacífica al conflicto. En su discurso inaugural, el emir de Qatar, jeque Hamad Ben Jalifa Al Zani, elogió la "cooperación de Irak" con los inspectores de desarme de las Naciones Unidas, y pidió a éstos que lleven a cabo su misión con "objetividad y neutralidad" y que "acaben rápidamente" su trabajo.

CAMBIO DE AGENDA Pero sin embargo la amenaza de una guerra ha vuelto a adquirir fuerza, después de que el viernes el presidente estadounidense, George Bush, dijera que es difícil que pueda evitarse el conflicto tras la declaración iraquí sobre sus armas, que definió de "decepcionante" y "poco alentadora". Fuentes gubernamentales señalaron también que Bush ya ha dado la orden para duplicar el número de efectivos militares en la región del golfo Pérsico, que pasará de los 50.000 efectivos actuales a 100.000 en las próximas semanas.

Además, la postergación de una gira por Africa que Bush tenía previsto realizar a partir del 10 de enero, alegando "una combinación de consideraciones nacionales e internacionales" parece ser una prueba más de que la decisión de declarar la guerra ya está tomada. Fuentes diplomáticas incluso se atrevieron a poner una fecha: la última semana del próximo mes de enero o los primeros días de febrero.