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El conflicto iraquí Ceremonia casi secreta en Bagdad

EEUU sorprende al avanzar dos días el traspaso de poder en Irak

Por sorpresa y en una ceremonia prácticamente clandestina celebrada en Bagdad, EEUU concluyó ayer la ocupación formal de Irak, donde permanecen más de 160.000 soldados extranjeros, al entregar la soberanía limitada del país al nuevo Gobierno iraquí, encabezado por el primer ministro, Iyad Alaui. Dos días antes de la fecha límite del 30 de junio, Irak vivió, con el miedo en el cuerpo a los atentados terroristas, lo que Alaui calificó de "jornada histó- rica" y el presidente de EEUU, George Bush, de "gran día de esperanza para todos los iraquís". Según fuentes de EEUU, Alaui pidió adelantar la ceremonia ante el temor de que los insurgentes hubieran planeado ataques a gran escala el 30 de junio.

El compromiso de EEUU --fijado en la resolución 1546 de la ONU-- era entregar la soberanía antes del 30 de junio y no ese mismo día, así que el adelanto de 48 horas entra dentro de lo previsto.

El jordano Abú Musab al Zarqaui --que ha amenazado de muerte al primer ministro-- es el enemigo número uno del Ejecutivo.

A las 10.26 de la mañana, hora local, el ya exadministrador civil de Irak, Paul Bremer, entregó a Alaui una carta con la que se simbolizaba el traspaso de poder y el fin de 14 meses de ocupación.

En la ceremonia de transferencia, Bremer --que ayer dejó Irak-- se mostró "confiado en la capacidad del Gobierno para afrontar los retos del futuro". Tanto Alaui como el presidente iraquí, Gazi al Yauar, coincidieron en calificar el día de "histórico y feliz". Como símbolo del nuevo Irak, Bremer entregó a Alaui una carta en la que Bush le pide que Washington y Bagdad reanuden sus relaciones, rotas desde la guerra del Golfo.

Mientras en Bagdad Bremer oficiaba el acto de transferencia de poder, en Estambul, Bush y el primer ministro británico, Tony Blair, escenificaron su momento de gloria.

Sin duda, que la transferencia de poder coincidiera con la reunión de la OTAN y marcara de esta forma la agenda fue un buen golpe propagandístico para los dos aliados. Más tarde, Bush repitió que las tropas permanecerán en Irak "mientras sea necesario". La confirmación del traspaso le llegó con una nota manuscrita. "Señor presidente, Irak es soberano", decía el texto. La seguridad es el principal reto. Por ello, en su discurso televisado el primer ministro llamó al pueblo iraquí a "mantenerse unido para expulsar a los terroristas extranjeros que están destruyendo el país".

Alaui planea medidas duras contra los insurgentes, como la aplicación de la ley marcial, unas decisiones que ayer Bush no sólo aplaudió, sino que incluso pidió. Para ello, Alaui contará con la ayuda de las fuerzas internacionales aún presentes en el país. El nuevo Gobierno iraquí no puede tomar decisiones a largo plazo y no tiene control sobre las tropas presentes en el país. Tras la ceremonia, Alaui declaró que su intención sigue siendo convocar elecciones en enero del 2005.

Además de los tropas extranjeras, cientos de estadounidenses formarán la nueva embajada de EEUU en los palacios de Sadam Husein.

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