L crisis de rehenes extranjeros en Irak se agravó con el secuestro de seis ciudadanos egipcios, empleados todos ellos de la compañía de telefonía móvil Iraqna Mobil Net, filial del gigante de las comunicaciones egipcia Orascom. La embajada británica en Bagdad, mientras tanto, distribuyó ayer por las calles de la capital miles de panfletos con la fotografía del rehén Kenneth Bigley en los que se pide ayuda a los ciudadanos iraquís para localizarlo.

Dos de los técnicos egipcios fueron secuestrados la noche del jueves por un grupo de hombres armados, que irrumpieron en su domicilio, en el distrito de Hariziya, en el centro de la capital. Los captores metieron a los dos rehenes en un BMW de color negro que se dio a la fuga. Los otros cuatro trabajadores están retenidos desde el pasado miércoles, junto a cuatro compañeros iraquís. Según la agencia de noticias egipcia Mena, los seis empleados trabajaban como instaladores de antenas de móviles en el oeste de Bagdad.

DELINCUENTES COMUNES Desde El Cairo, un portavoz de la compañía aseguró ayer que creía poco probable que el secuestro se debiera a motivos políticos, dando a entender que los rehenes podrían estar en manos de delincuentes comunes. Sin embargo, secuestros anteriores de ciudadanos egipcios, entre ellos un diplomático que fue liberado días después, demuestran que los egipcios están también en la mira de los grupos de la resistencia, que acusan al régimen del presidente Hosni Mubarak de colaborar con el Gobierno interino iraquí. El Cairo tiene previsto enviar expertos de seguridad a Irak. Con este último secuestro, son ya una treintena los ciudadanos extranjeros capturados en el país.

Estos secuestros agravan aún más la situación de caos e inseguridad en el país. En el Reino Unido e Italia prosigue la angustiosa espera por conocer la suerte del británico Kenneth Bigley y de las dos cooperantes italianas Simona Pari y Simona Torretta. La cadena Al Arabiya informó anoche de que, en una operación militar en Ramadi, las fuerzas de EEUU habían capturado a dos iraquís presuntamente relacionados con el secuestro de las dos italianas.

RAYO DE ESPERANZA La captura supuso un rayo de esperanza para las angustiadas familias en Roma. "Finalmente se abre un resquicio, esperemos que sea verdad", indicó la familia de Simona Pari. No obstante, "por ahora no hay confirmación oficial", precisaron los familiares, tras indicar que la ONG para la que trabajaban las rehenes --Un puente para Bagdad-- ha insistido en "mantener la cautela porque hay que hacer comprobaciones".

En un intento de localizar al rehén Bigley, la embajada británica distribuyó ayer entre los habitantes de Mansur, donde Bigley residía junto a sus dos compañeros norteamericanos asesinados por el grupo Monoteísmo y Guerra Santa, del jordano Abú Musab Zarquai, 50.000 panfletos en los que se piden noticias sobre su paradero.

MENSAJE EN ARABE "Un hombre afable llamado Kenneth Bigley permanece retenido en algún lugar de vuestra comunidad. Su madre, sus hermanos, su mujer y sus hijos lo quieren profundamente. Os pedimos vuestra ayuda", se puede leer en el texto, escrito en árabe, en el que aparece una foto del secuestrado y un número de teléfono de contacto.

Esta no es la única iniciativa para intentar salvar la vida de Bigley. En Dublín, el portavoz de Asuntos Exteriores del Partido Laborista irlandés, Michael Higgin, contrario a la invasión de Irak y conocedor de Oriente Próximo, dijo ayer que tiene previsto viajar a Bagdad para unirse a los esfuerzos por conseguir su liberación. Paul Bigley, hermano del rehén, agradeció la gestión y dijo que "todas sus esperanzas están depositadas" en el político irlandés.

La reciente oleada de secuestros ha provocado una nueva desbandada en Bagdad. La cadena alemana ARD anunció la retirada de sus dos corresponsales en la capital iraquí, mientras que el Gobierno español recomendó a los medios de prensa sacar del país a sus periodistas.