La policía india ha detenido en los últimos días a una treintena de exiliados tibetanos cuando intentaban cruzar la frontera para manifestarse en el recorrido de la antorcha. Muchos de los detenidos carecían del permiso especial necesario para entrar en regiones fronterizas con China. Gran parte de los exiliados tibetanos viven en la ciudad india de Dhramsala, donde reside el Gobierno en el exilio. El jueves habían sido encarcelados tres líderes tibetanos en Nepal, acusados de dañar las relaciones diplomáticas con China. Además, unos 650 manifestantes protibetanos fueron arrestados cerca de la sección de visados de la embajada china en Katmandú.