LA BOMBA destruyó una escuela y un mercado en la ciudad de Bunir, cerca del valle de Swat, donde se celebraban elecciones legislativas parciales. El atentado se saldó también con 15 heridos. En esta zona del noroeste de Pakistán, los islamistas han asesinado, desde el pasado mes de julio, a 1.500 personas. Al menos cuatro de los fallecidos eran niños.