El presidente de Colombia celebra el acuerdo logrado entre el Gobierno y las FARC

"El proceso adquiere nuevos bríos que deben conducir a la terminación de la guerra en Colombia". Con estas palabras, el presidente Juan Manuel Santos celebró el acuerdo logrado entre el Gobierno y las FARC en el punto más álgido de la agenda de negociaciones para finalizar un conflicto armado de medio siglo: el problema de las drogas y el narcotráfico. El entendimiento ha sido anunciado en La Habana, escenario de las discusiones entre las partes, a nueve días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales colombianas. "La meta es que Colombia sea un país libre de cultivos ilícitos", dijo Santos.

La delegación oficial, encabezada por Humberto de la Calle, y la guerrilla, iniciaron sus conversaciones a finales del 2012. De los cinco puntos convenidos, se ha llegado un acuerdo en la cuestión agraria y la futura participación política de la insurgencia. El tema de la droga y el narcotráfico pareció entrar en un atolladero pero, tras cinco meses de idas y venidas, finalmente se llegó a una salida.

De la Calle informó que el Estado y la guerrilla reconocen que el fenómeno del narcotráfico ha alimentado el ciclo de violencia política y ambas partes contribuirán al esclarecimiento de la relación entre conflicto, cultivo y comercialización de drogas ilícitas. Las FARC, en tanto, se comprometen a contribuir de manera efectiva con la solución del problema y a poner fin a cualquier relación con estas actividades ilícitas.

El entendimiento se conoció en paralelo a la decisión de la guerrilla de un cese al fuego unilateral. "Ordenamos a todas nuestras unidades cesar cualquier acción militar ofensiva contra las fuerzas armadas del Estado y la infraestructura económica a partir de las cero horas del martes 20 de mayo hasta las 24 horas del miércoles 28 de mayo", dijo el jefe guerrillero Pablo Catatumbo, uno de los negociadores de las FARC en La Habana, Cuba. El ELN, el otro grupo armado en actividad, se ha sumado al cese al fuego.

Las noticias provenientes de Cuba llegaron a Colombia en la recta final de la campaña electoral. Como era de prever, el exmandatario Álvaro Uribe, enemistado con Santos, rechazó cualquier tipo de entendimiento con la insurgencia. "Los acontecimientos de hoy con las FARC me permiten decir esto a los colombianos: dos tristezas conectadas, una tristeza que entreguen el Estado a la terrorista FARC, asesina de niños, la principal organización narcotraficante del mundo. Y una segunda tristeza, que fueran a permitir que esa organización terrorista impusiera el presidente de Colombia", dijo. El candidato presidencial, Óscar Iván Zuluaga, quien tiene la bendición de Uribe, aseguró por su parte que de llegar a ser jefe de Estado, condicionará los diálogos con la guerrilla.

EMPATE TECNICO

La última encuesta conjunta de RCN, la FM y la revista 'Semana' habla de un empate técnico entre Santos y Zuluaga en la primera vuelta del domingo. De acuerdo con analista, el pronóstico para la segunda vuelta de junio es, a estas horas, abierto.

Santos hizo de las negociaciones de paz su principal estandarte. Pero esa bandera ha quedado atrapada en una campaña electoral saturada de maniobras sucias. El Gobierno acusó a los uribistas de espiar informáticamente el proceso de paz. Las huestes del expresidente convirtieron en una punzante espada mediática la declaración de un narcotraficante que dijo haber entregado dinero ilegal para la campaña presidencial de Santos en el 2010. El venezolano Juan José Rendón, quien, al igual que en el 2010, asesoraba a Santos en las elecciones, tuvo que renunciar a su puesto al quedar ser mencionado por el capo narco Javier Antonio Calle Serna como el receptor de 12 millones de dólares para que mediara en una posible entrega de varios mafiosos a la justicia.

"El Estado tiene al enemigo adentro y el Gobierno de Santos está a expensas de él. Ese enemigo ha creado un monstruo que es este ejército de 'hackers', cada vez más inmanejable, que se mueve por el odio y la venganza, que ha crecido bajo la consigna de que en la vida no hay adversarios sino enemigos y de que la venganza y el odio son el motor de sus vidas. En un clima así de envenenado, difícilmente se puede cosechar la paz", señaló la columnista de 'Semana', María Jimena Duzán. Sobre el caso Rondón añadió: "Decir que Santos metió dos millones de dólares del narcotráfico en su campaña sin tener pruebas es una mentira muy bien lograda. Es crear la duda, calumniar, que de la calumnia algo queda".