Se dice pronto, pero quince años no pasan tan rápido. Lo saben bien en la Asociación Ictus de Aragón (AIDA), que el pasado jueves 21 de mayo celebró su cumpleaños como colectivo pionero en España de esta enfermedad con unas jornadas de puertas abiertas. Un acto que sirvió para hacer un reconocimiento al neurólogo Javier Marta y a dos de los asociados que acompañaron al médico en la puesta en marcha de AIDA, Víctor Magdalena y José Manuel Macipe.

Un centenar de personas asistieron al acto. "En el 2000 nos animó a que, tras comprobarse que cada vez se estaban dando más casos en gente joven y la cifra aumentaba, formáramos un grupo. Entonces, al ictus se le conocía como embolia o tromobosis. Estos años son muchos para nosotros, porque suele pasar que la gente se asocia y luego se va, pero no ha sido el caso", explicó Miguel Liarte, secretario de la asociación.

Que el ictus no te parta la vida es el eslogan que identifica a colectivo aragonés. Y es que precisamente ayudar "en el día a día" de estas personas para que mantengan "la ilusión" por vivir es uno de los objetivos de un grupo que ya cuenta con más de 500 miembros y más de 10.700 atenciones al año.

"Insistimos mucho en la prevención, en los hábitos de vida saludable, en las comidas, en el deporte", apuntó Liarte. En la asociación también se hace rehabilitación, porque la discapacidad que provoca el ictus es "grave" en la mayoría de los casos. "Las primeras seis horas son determinantes, porque la probabilidad de ser independiente se multiplica por cuatro si se llega a tiempo", explicó el neurólogo Javier Marta en estos días a través de un comunicado.

3.000 AL AÑO

Unos 3.000 aragoneses sufren un ictus cada año, que por edades afecta a todos por igual. "No hay un perfil. Es la primera causa de muerte de mujeres y la tercera a nivel de población general, por eso la prevención es fundamental. Y en el momento en el que sientan algo, que vayan al hospital", señaló Miguel Liarte.

Los principales síntomas previos al ictus son que el enfermo no hable correctamente, su sonrisa no sea simétrica o que sea incapaz de levantar un brazo, según explicó el colectivo aragonés.