El Ebro consiguió el domingo 31 de mayo un histórico ascenso a Segunda División B, pero tuvo que sufrir en campo del Varea para alcanzar ese objetivo. En el partido de ida había ganado 1-0 en El Carmen, pero en la vuelta llegó a ir perdiendo por 2-0 en el minuto 65 y, tras acortar distancias en el minuto 70, consiguió hasta empatar (2-2) en la recta final.

Pero este ascenso no forzará la salida del club del barrio de La Almozara en busca de un campo con mayor capacidad para jugar en la categoría de bronce. El conjunto arlequinado, un club humilde, un equipo de barrio desde su fundación en 1942, saldrá de su hábitat deportivo natural-- la Tercera División-- pero el escenario donde vivirá su primera campaña en Segunda B seguirá siendo El Carmen. Un campo, eso sí, que será remodelado para poder albergar encuentros de la tercera categoría. Una sala de prensa o una habitación para realizar los controles antidopaje son algunas de las reformas que el club que preside Jesús Navarro deberá realizar para poder seguir jugando en el barrio el próximo año.

"Somos un club pequeño y muy humilde, y no tenemos ninguna razón para abandonar nuestro campo. Tiene unas dimensiones pequeñas y lo sabemos, pero no queremos marcharnos por ascender de categoría. Con las obras que se hagan será suficiente", argumenta Jesús Navarro, que preside el Ebro desde hace 20 años.

Que el equipo seguirá jugando en el campo zaragozano es lo único seguro de cara al próximo año. La continuidad de los jugadores es una incognita, así como la del cuerpo técnico, con Loreto a la cabeza.

En cuanto al futuro, el presidente del Ebro tiene claro que, a pesar de que se aumentará el presupuesto para poder hacer frente a los gastos que conlleva la categoría, la idea del club es asentarse en Segunda B: "No queremos tirar la casa por la ventana para tener equilibrio deportivo y económico. Queremos que el proyecto dure muchos años, que no ocurra como les pasa a los equipos pequeños que normalmente cuando descienden el primer año se vienen abajo", señala.

Aunque el progreso más visible del proyecto ha sido el ascenso del primer equipo, éxito que "estaba previsto a dos años vista", según el presidente, el Ebro de Liga Nacional también consiguió ascender a División de Honor. "Hemos conseguido grandes resultados con las categorías inferiores. Tenemos ya un equipo con cierto nivel en juveniles, y así es más fácil dar el salto al primer equipo. Aun así tampoco cerramos puertas a crear un equipo senior que pueda jugar en divisiones regionales", concluye.